Gasol ya no es 'soft': tercero en impacto defensivo en la NBA

Soft (blando) es el término que en el deporte estadounidense se usa para los jugadores a los que se considera poco agresivos, que no ponen toda la intensidad que podrían (y deberían) en el juego. Blando, soft, es un estereotipo que muchas veces persigue a jugadores que basan su juego en el talento puro, para los que jugar al baloncesto parece simplemente sencillo. Y es una coletilla que se adjudicó hace años a Pau Gasol, con el añadido de que su apellido daba para un buen sonoro juego de palabras: Gasoft. Le persiguió en su última etapa en Memphis, con los aficionados frustrados con un equipo que no dio el salto definitivo después de tres viajes seguidos a playoffs (2004-06) en los que no se ganó ni un solo partido: tres derrotas por 0-4. Y le persiguió sobre todo después de jugar su primera final NBA (2008), con los Lakers y ante los Celtics. La intensidad hirviente del equipo de Doc Rivers y el juego híper físico de interiores como Kevin Garnett (sobre todo), Leon Powe, P.J Brown y Kendrick Perkins, fueron un trance para un Gasol que firmó 14,7 puntos y 10,2 rebotes en esa eliminatoria. Años después, el propio Perkins (ya en los Thunder) seguía hablando de Gasol como un jugador blando.

Después, Pau se resarció de las críticas en los dos siguientes pasos por playoffs, saldados con dos títulos para los Lakers. En la primera final mantuvo bajo control a Dwight Howard, con poca ayuda de un Andrew Bynum con serios problemas de rodilla, y en la segunda se desquitó precisamente ante los Celtics: 18,6 puntos y 11,6 rebotes, 19+18 en el séptimo y definitivo partido, una pelea de perros de tensión extrema en el Staples Center de L.A.

El final de su etapa en los Lakers no ayudó, en esa cuestión de reputación que le repiquetea desde ciertos sectores: desmotivado por la poca competitividad del equipo, lastrado por problemas físicos y desubicado con Mike Brown y sobre todo Mike D’Antoni, obligado a jugar de ala-pívot muy abierto (stretch four) en una posición que desde luego no le hacía bien en esta fase de su carrera. Gasol, convertido en agente libre, necesitaba recuperar el tono físico y la motivación, encontrar alicientes competitivos nuevos y, sobre todo, volver a estar bien entrenado, como por supuesto estuvo en L.A. a las órdenes del genial Phil Jackson. Todo eso lo ha encontrado el ala-pívot español en Chicago con los Bulls y con Tom Thibodeau.

Y lo ha encontrado tanto en ataque como en defensa, ya que es tercero en impacto defensivo en este primer tramo de la temporada, un ranking de la NBA que conjuga robos, tapones y la intimidación y protección del propio aro a través de los tiros y la eficacia de los rivales en esas zonas de, en teoría, altos porcentajes de anotación. Por delante del español, sólo dos especialistas como el gigante Roy Hibbert (2,18) y Anthony Davis, que está firmando un inicio de curso monstruoso que le hace estar en la parte alta de casi cualquier apartado estadístico. Gasol está por delante de otros reputados expertos como DeAndre Jordan, Serge Ibaka, Andre Drummond y Dwight Howard. Ibaka es quinto y Marc Gasol, decimocuarto. Así que entre los catorce primeros hay tres jugadores españoles.

Una de las claves en el excelente rendimiento de Gasol es la forma en la que Thibodeau le utiliza en las torres gemelas que forma junto a Joakim Noah. El técnico de los Bulls en uno de los grandes estrategas defensivos de la NBA. De hecho era ayudante de Doc Rivers en los Celtics que ganaron a los Lakers de Gasol en 2008 igual que fue ayudante de Mike Krzyzewski en el Team USA que fue campeón del mundo en el Mundial de España. Y ha tenido claro desde el principio que el actual Gasol tiene que jugar cerca del aro, para aprovechar su talento como anotador y distribuidor en el poste en ataque, y para que juegue protegido y utilice su envergadura en defensa, donde empareja ahora mismo mejor con pívots voluminosos que con ala-pívots rápidos y con mucho más recorrido por la pista.

De esta forma, Gasol y Noah ejercen como dos 4,5, a caballo entre los dos puestos interiores y repartiéndose cada vez mejor el espacio, casi siempre con el francés asumiendo más recorrido en defensa y jugando en el poste alto en ataque. El resultado para Pau Gasol, casi siempre en las zonas en las que es más eficaz, ha sido inmediato: 18,6 puntos, 10,4 rebotes y 2,5 tapones por partido,apartado en el que es cuarto de toda la Liga (por detrás de Anthony Davis, Roy Hibbert y DeAndre Jordan; por delante de Ibaka, Howard, Sanders o Duncan) y en el que firma los mejores números de toda su carrera, en la que promedia 1,6 tapones por partido y en la que sólo ha pasado de dos (2,1 en los dos casos) en su año  rookie y en la temporada 2006-07, la última completa en Memphis.. y en la que tenía todavía 26 años.