GUÍA AS NBA 2014-15
San Antonio Spurs: un campeón contra el síndrome de Stendhal
El campeón compite en un Oeste de nivel brutal pero lo hace también contra su propia perfección: la que alcanzó la temporada pasada, sellada en unos playoffs inolvidables.
Puesto 2013-14: 1º con un balance de 62-20 en la Conferencia Oeste. Se proclamó campeón después de eliminar a Dallas Mavericks, Portland Trail Blazers, Oklahoma City Thunder y Miami Heat.
Previsión 2014-15: 2º puesto del Oeste.
Quinteto titular: Tony Parker, Danny Green, Kawhi Leonard, Tim Duncan, Thiago Splitter
Principales suplentes: Manu Ginóbili, Boris Diaw, Patrick Mills y Marco Belinelli. (Plantilla completa).
ESTRELLA: Tim Duncan. Seguramente en este apartado debería aparecer Tony Parker, el menos veterano del big-three eterno que forma junto a Ginóbili y Duncan, o Kawhi Leonard, MVP de la última final y una súper estrella en ciernes con 23 años. Pero mientras siga en las pistas de baloncesto, Tim Duncan (38 años) será la imagen de los Spurs. Lleva 17 años al lado de Popovich y ha reescrito la historia de la NBA hasta convertirse, nadie lo duda ya, en el mejor ala-pívot de siempre. Pero no vive de la nostalgia: la temporada pasada rozó el 15+10 de media, números que firmó de pleno en la final ante Miami Heat. Simplemente, habría que ponerse de pie cada vez que Tim Duncan salta a una cancha de baloncesto.
CLAVES
Cuidar el cuentakilómetros: Tim Duncan, Manu Ginóbili y Tony Parker (107 años entre los tres) tienen que llegar frescos a los playoffs. Popovich tiene un máster en cómo lograrlo sin que su equipo pierda competitividad.
La explosión de Leonard: Es tímido dentro y fuera de la pista, pero Leonard lleva en su interior uno de los mejores aleros de la NBA. Capaz de ser con 23 años MVP de una final en la que anotó casi 18 puntos por partido mientras martilleaba con su defensa a LeBron James. Los Spurs esperan que traslade ese nivel de juego a esta nueva Regular Season.
El bloque: ¿Por qué tocar lo que no sólo funciona sino que alcanzó la perfección en los últimos playoffs? El trabajo veraniego de R.C. Buford y Popovich se centró en renovar a piezas importantes del equipo campeón y que quedaban libres: Mills y Diaw. Siguen todos y sigue todo igual: un enorme problema para el reto de aspirantes de la Conferencia Oeste.
De repente, San Antonio Spurs ya no lucha contra la edad sino contra el síndrome de Stendhal. Este es el primero de los últimos veranos en el que nadie habla de si se le habrán acabado las fuerzas al núcleo Gregg Popovich (65 años), Tim Duncan (38), Manu Ginóbili (37) y Tony Parker (32). Esta vez la cuestión es si el equipo texano superará el vértigo de su propia perfección: confusión, temblor, palpitaciones e incluso depresiones que se producen ante la exposición a obras de arte especialmente bellas. El síndrome de Stendhal.
Por lo demás, asumimos que algún día veremos unos playoffs de la Conferencia Oeste sin las espuelas plateadas de Texas. Algún día. Y que en algún momento echarán pie a tierra Duncan, el mejor ala-pívot de la historia, y Popovich, el mejor entrenador en activo y sin más comparación ya en la historia que la que le pone frente al espejo de Red Auerbach, Pat Riley y Phil Jackson. Pero no será este año, después del despliegue sublime de los últimos playoffs y esas dos rondas finales en las que aplanaron a los equipos de Kevin Durant y LeBron James, el ying y el yang de la actual NBA, con un balance total de 8-3 y seguramente el mejor juego posicional en cinco contra cinco de toda la historia del baloncesto.
Es la historia aún en movimiento de estos Spurs, que comenzó en 1996 cuando Google no había pasado todavía de proyecto universitario. A partir del eje Popovich-Duncan, quizá la unión de entrenador y jugador más sostenible y exitosa de la historia junto a -otra vez los mitos referenciales- las que formaron Auberbach y Bill Russell o Riley y Magic Johnson. Los Spurs no se pierden los playoffs desde 1997 y llevan quince años ganando 50 o más partidos y superando el 60% de victorias en Regular Season (en ese siempre salvaje Oeste). En los últimos playoffs, y en la quintaesencia de su juego de pases extras y coreografías asombrosas, los tejanos ganaron 16 partidos con unas medias de casi 109 puntos anotados y 17 de diferencia sobre unos rivales ateridos, en un estado que definió como nadie Dion Waiters, el escolta de los Cavaliers: “A veces estás en pista y ni sabes cómo hacen lo que están haciendo”. Pues eso:el síndrome de Stendahl…