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GUÍA AS NBA 2014-2015

Sacramento Kings: naufragar al ritmo de DeMarcus Cousins

Proyecto a la deriva liderado por un talento descontrolado como Cousins y por un Rudy Gay que será el 11º mejor pagado de la liga.

Sacramento Kings: naufragar al ritmo de DeMarcus Cousins

Puesto 2013-14: 13º del Oeste con 28-54. Fuera de Playoffs.

Previsión 2014-15: 12º puesto del Oeste.

Calendario 2014-15.

Quinteto titular: Darren Collison (Clippers), Ben McLemore, Rudy Gay, Jason Thompson y DeMarcus Cousins.

Principales suplentes: Ramon Sessions (Bucks), Ray McCallum, Nick Stauskas (Rookie), Carl Landry, Derrick Williams y Reggie Evans. (Plantilla completa).

ESTRELLA: DeMarcus Cousins

Atormentado en una espiral de continuas polémicas, la medalla de oro conseguida en la Copa del Mundo fue mucho más que una victoria para DeMarcus Cousins. Fue la confirmación personal y profesional de su crecimiento. Un mensaje para sus compañeros, para USA Basketball, para Jerry Colangelo y para un Krzyzewski que siempre confió en él. El cambio que todos pedían en él quedó reflejado en esa medalla de oro, para siempre. “The King of Spain”, se leía en los medios estadounidenses. “Puedes usar todos los adjetivos que quieras y aplicarlos a DeMarcus. En el vestuario, después de la victoria, me abrazó y me dio las gracias por darle la oportunidad de estar en el equipo. Le dije que el pasado era pasado, que cogiera todo lo que había aprendido y que lo llevase de vuelta a Sacramento. Le aconsejé que construyera sobre esto y así tendría una tremenda carrera”, explicaba Colangelo resumiendo el sentir general sobre el jugador. Fue su liberación. Una libertad de la que deben beneficiarse los Kings. Asumir que Cousins es el futuro y formar un equipo entorno al que ya puede luchar de tú a tú por ser considerado el mejor pívot de la NBA.

CLAVES:

Rudy Gay. El undécimo jugador mejor pagado de la liga tiene que demostrar el por qué de sus emolumentos. Su amistad con Cousins, clave. Tiene condiciones para ser uno de los mejores de la competición, sólo le falta ponerlas sobre la pista.

La segunda unidad. Ramon Sessions llega a Sacramento para liderar un banquillo que cuenta con la presencia del rookie Nik Stauskas. Los dos serán ese ‘sexto hombre’.

Jason Thompson, Derrick Williams, Carl Landry y Reggie Evans. Hasta cuatro ala-pívots tiene a su disposición Mike Malone para acompañar a Cousins. Es el gran punto débil de este equipo. Encontrar a alguien que se compenetre bien con la estrella. Deben hacerlo.

ANÁLISIS

Hablar de los Sacramento Kings es hablar, inevitablemente, de DeMarcus Cousins. Alegría y tristeza de una franquicia que navega a la deriva desde que Rick Adelman abandonara el equipo en el año 2006. Ocho temporadas consecutivas sin llegar a Playoffs y la temida sensación de que, viendo la plantilla y el nivel de la Conferencia Oeste, pueden ser muchas más. Y es que esa reconstrucción a la que se sometieron los Kings cuando la generación de Chris Webber, Peja Stojakovic y Mike Bibby dejó la plantilla todavía continúa a día de hoy. En un camino que está cerca de llegar a los ocho años de trabajo, aún no han conseguido formar un quinteto equilibrado con una segunda unidad de nivel como para luchar por volver a la postemporada. Ni hablar, por supuesto, de pelear por el título como a inicios del 2000. Primero con Kevin Martin, Artest y John Salmons en unos años de desesperación y luego confiando su suerte al draft en un ataque de lógica, con Tyreke Evans y DeMarcus Cousins. El primero ya ha abandonado el barco y el segundo se puede cansar pronto de viajar sin rumbo. La plantilla tiene mejor pinta que en años anteriores pero desde los despachos siguen dando palos de ciego. Veamos.

Después de cinco temporadas sin pasar de 30 victorias, en diciembre del año pasado los Kings traspasan a John Salmons, Greivis Vasquez, Patrick Patterson y Chuck Hayes a Toronto Raptors para hacerse con los servicios de Rudy Gay: Cuerpo de superestrella y realidad de clase media. Con un equipo jóven y con bastante talento, deciden hacerse cargo de sus dos últimos años de contrato y pagarle casi 40 millones de dólares. Gay había fracasado en Canadá después de haber salido de Memphis por la puerta de atrás y le persigue la fama de jugador egoísta desde sus primeros años en la liga. No parecía el compañero ideal para un Cousins que acumulaba multitud de polémicas desde su llegada a la NBA pero que en los últimos meses ha madurado.

¿Qué pretenden los Kings? Difícil contestar a una pregunta cuya respuesta ni siquiera estoy seguro de que sepan en los despachos de Sacramento. En la NBA encontramos muchas franquicias a las que cuesta entender a la hora de confeccionar la plantilla: Detroit u Orlando son algunos ejemplos. Pero lo de los Kings también es digno de estudio. Es el único equipo de la liga que la temporada pasada tuvo a tres jugadores promediando 20 o más puntos por partido: Cousins (22,7), Isaiah Thomas (20,3) y Gay (20). Aparentemente suena a un ‘Big Three’ muy potente al que sólo le hacen falta un par de piezas para funcionar. Pero no.

Isaiah Thomas se marchó este verano a Phoenix Suns en un ‘Sign&trade’ del que los Kings lograron una ‘Trade Exception’ de 7 millones. Suena a poco para un base de 25 años que ha anotado más de 20 puntos por partido. Tampoco se piensen que el contrato de Thomas es una barbaridad: no llega a 28 millones por cuatro temporadas. Siete por curso. En su lugar, los Kings firmaron a Ramon Sessions (no se han publicado cifras) y Darren Collison (4 millones). Dos jugadores de nivel medio que no sirven para el teórico propósito de Sacramento cuando decidió pagarle 40 millones a Rudy Gay: llegar a Playoffs. ¿Contesta esto a su pregunta de ‘qué pretenden los Kings? Ni ellos lo saben.

El contrato de Gay finaliza este año y quien les escribe, aficionado de los Kings desde que Jason Williams llegó a esta liga, se teme lo peor. Como decía, hay franquicias que cuando tienen espacio salarial son un tremendo peligro para el aficionado, así que de cómo se muevan los Kings el próximo verano dependerá el futuro de Cousins y, con ello, el del equipo. Uno de los mejores pívots de la NBA no puede permitirse el lujo de no llegar a Playoffs. Que se lo digan a Kevin Love.