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¿NOS DIRIGIMOS HACIA UN NUEVO LOCKOUT?

Nueva confrontación entre jugadores y propietarios

El nuevo contrato televisivo ha abierto la caja de los truenos. Los jugadores quieren concesiones, pero los dueños no están dispuestas a hacerlas a coste cero.

LeBron James, entrando a una de las reuniones durante el último 'lockout', en septiembre de 2011.
REUTERS

¿Nos dirigimos hacia un nuevo lockout? De aquí al final de la temporada 2016-17 (momento en el que directivos y jugadores pueden optar por romper el actual y último convenio colectivo) resulta muy complicado vaticinar lo que pueda ocurrir, pero las últimas declaraciones por ambas partes a raíz del nuevo contrato televisivo firmado por la NBA apuntan en esta dirección. "Si te olvidas de los contratos garantizados, podríamos estudiar una compensación", respondió Mark Cuban a la pregunta sobre si desaparecerán los contratos máximos de los jugadores. Una reivindicación que han esgrimido recientemente jugadores de la talla de Kevin Durant. La estrella de los Thunder considera que con los más de 2.660 millones por temporada que recibirá la NBA con la renovación de los derechos de explotación de la Liga no sería necesario poner un tope en las fichas de los jugadores.

El controvertido propietario de los Mavericks esgrime que para ello no deberían ser los dueños los únicos en hacer concesiones, sino que los jugadores deberían aceptar el final de los contratos garantizados, los cuales te permiten cobrar lo estipulado en tu salario independientemente de lo que ocurra (esté el jugador lesionado o sea cortado por su equipo, sigue cobrando religiosamente hasta la conclusión del acuerdo). Esto es, acercarse hacia el modelo de la NFL (la liga de fútbol americano).

LeBron y Kobe, entre otros, ya han expresado su opinión: No volverán a tolerar los lamentos de los dueños cuando estos esgriman la falta de ingresos como una excusa a acceder a las pretensiones de los jugadores (básicamente lo que ocurrió durante las negociaciones del último cierre patronal, el de 2011). No les cabe en la cabeza que estos sigan esgrimiendo estas posturas, no cuando los Clippers se acaban de vender por una cifra récord (2.000 millones de dólares) y el contrato televisivo a partir de la 2016-17 y que se extenderá los próximos nuevos cursos casi triplicará al actual en ingresos anuales.

"Será la primera vez que el dinero que recibimos de la televisión supere al de la venta de entradas. Es mucho dinero, es cierto, pero no va a suponer un gran incremento en los ingresos una vez se pague el porcentaje correspondiente a los jugadores. Es algo bueno, pero no impactante", señala Cuban, en un claro choque de intereses con los deportistas. El posible lockout (y los intentos para que no se produzca) empiezan a gestarse desde ahora misma.