INDIANA PACERS
Paul George quiere romper todos los prónosticos
El alero de los Indiana Pacers no se resigna y a pesar de su durísima lesión aún sueña con poder volver a jugar esta temporada con sus compañeros.
Paul George estremeció al mundo del baloncesto hace exactamente dos meses. El alero de los Indiana Pacers sufrió una brutal fractura de tibia y peroné durante el primer encuentro amistoso de la selección de los Estados Unidos. Un partido de entrenamiento entre los propios internacionales norteamericanos que descartó la presencia de George para esta temporada (e incluso para el inicio de la próxima)... pero el joven jugador franquicia de los Pacers quiere romper ese agorero pronóstico.
El alero quiere reaparecer esta misma campaña, concretamente en los playoffs, y sus palabras ante este desafío son claras. "Estuve hablando con los chicos y les dije, 'tenéis que meteros en los playoffs, esa puede ser la oportunidad para que vuelva a jugar este año'. Sé que puede ser que me pierda la temporada completa, pero mi deseo es regresar para esa fecha y jugar de nuevo", reveló George a través de la página web del equipo. Y no sólo las palabras le acompañan. Durante el Media Day, el alero compareció tanto en rueda de prensa como en la sesión fotográfica, sin el apoyo de las multas y sin la bota protectora que ha tenido que utilizar en los últimos tiempos. Sin ir muy lejos, el día 15 de septiembre acudió al inicio de la temporada de los Indianapolis Colts en la NFL y se le pudo ver con los dos elementos.
Palabras y hechos. ¿Verdad o mentira? La historia de George comienza a ser una reedición de la Derrick Rose y su primera lesión. Durante toda su recuperación, desde los Chicago Bulls y los medios se habló, una y otra vez, de la vuelta del base de Illinois a las canchas. Primero en Navidad, luego tras el All Star y al final para las eliminatorias finales. Rose no volvió esa campaña, sino cuando tenía que regresa: la siguiente.
Así que en manos de George está en llevar a las pantallas una secuela de la historia de Rose o dar el campanazo y convertir su reaparición en una de las más sorprendentes de la historia del deporte.