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CLEVELAND CAVALIERS

David Blatt ante su mayor reto: dirigir a LeBron James

"Poder entrenar al mejor jugador del mundo es una bendición", destaca alguien que, pese a su inexperiencia NBA, está capacitado para llevar a los Cavs a buen puerto.

David Blatt, durante un partido de exhibición ante los Timberwolves, durante su etapa como técnico del Efes.
REUTERS

Cuando David Blatt firmó por los Cavaliers de Cleveland hace tres semanas no se le pasaba por la cabeza que acabaría entrenado a LeBron James, el jugador más dominante de la época. Esta circunstancia ha centrado todas las miradas en el técnico, quien pese a debutar en la Liga, es un hombre curtido ya en mil batallas dentro del mundo del baloncesto tanto a nivel de clubes como de selecciones (dirigió a Rusia entre 2006 y 2012, logrando un oro europeo y un bronce olímpico). Blatt, quien se encuentra en Las Vegas siguiendo las evoluciones de sus jugadores más jóvenes en la Liga de Verano que allí se disputa, emitió sus primeras impresiones sobre la operación que ha puesto, tal y como ya ocurrió hace cuatro años, patas arriba a la NBA. "Ante todo estoy feliz por él. Ha tomado una decisión muy difícil", destacó.

"No lo veía venir", reconoce alguien que no hace ni dos meses ofreció en la Final Four de Milán la última demostración en el Viejo Continente de sus innumerables cualidades tácticas. Ahora será al otro lado del Atlántico donde disfrutarán de este excelente estratega. Hay ocasiones en las que no se aprecia completamente la labor que realizan los técnicos a la hora influir en el juego de su equipo, del adversario y en el devenir de un encuentro. Durante la cita en la que se decidió la última Euroliga, Blatt fue un libro abierto en este aspecto. Su capacidad para cambiar el tempo de juego en uno y otro aro resultó decisiva para que el Maccabi conquistara su sexta corona europea. Para su tristeza, muchos seguidores del CSKA de Moscú y del Real Madrid sabrán a lo que me refiero. O incluso los seguidores de la Selección. La final del Eurobasket de 2007 ante Rusia en Madrid, ¿se acuerdan? 

De igual manera que nadie pone en entredicho sus formidables condiciones para dirigir desde la banda, tampoco hay que obviar el hecho de que sin haber conseguido su primera Euroliga el pasado mayo quizá no sería en estos momentos el técnico jefe de los Cavaliers. Aunque estadounidense de nacimiento, el haber desarrollado toda su carrera en Europa no es precisamente un plus. En Estados Unidos prefieren apostar por entrenadores con carrera en la NCAA o, últimamente, por exjugadores sin experiencia previa en los banquillos (casos de Jason Kidd, Steve Kerr o Derek Fisher). Por todo ello, podría decirse que Blatt se ganó en el Medialonum Forum su derecho a entrenar al mejor jugador del planeta, a LeBron James.

No obstante, pese a lo muchos puedan pensar, su camino hacia la NBA no arrancó el pasado 16 de mayo durante la final a cuatro. Fue justo un mes antes y en el mismo escenario durante el primer partido del playoff de cuartos de final de la máxima competición continental. El Maccabi visitaba al Emporio Armani, favorito y con el factor cancha a favor para clasificarse para la Final Four que acabaría disputándose en su pabellón. En dicho duelo, uno de los mejores de toda la temporada, los italianos entraron en los tres últimos minutos con una renta favorable de 12 puntos (84-72). Sin embargo, como ya ha demostrado en otras ocasiones Blatt supo manejarse a la perfección, manteniendo la calma y ver más allá para lograr que los macabeos se rehicieran y forzaran la prórroga con el empate a 87. En el tiempo extra acabaron sumando un triunfo a la postre vital, tanto para el club como para el técnico. De haber logrado la victoria, los transalpinos se hubieran puesto con un 2-0 (se impusieron en el segundo choque) que hubiese dejado a los de Tel Aviv al borde de la eliminación. La grandeza del deporte y la incertidumbre de la vida en su máxima expresión. Aquella agónica victoria acabó resultando el trampolín necesario para encumbrarse posterioremente, Tyrese Rice mediante, ante CSKA y Real Madrid, las dos citas que significaron su puerta definitiva de acceso a la NBA.

Conociendo la idiosincrasia estadounidense, y en caso de haber sumado una derrota en aquella cita ante alguno de estos dos gigantes, su idoneidad para dirigir a todo un cuatro veces MVP de la Liga hubiese sido puesta en entredicho nada más conocerse el regreso del hijo pródigo. Sin embargo, David Blatt ha caído de pie en el lugar idóneo y en el momento indicado. Una cualidad indispensable para triunfar. “Las cosas buenas acaban llegando a aquellos que esperan”, proclamó tras el fichaje de LeBron.

En Estados Unidos están intrigados por conocer si LeBron trastocará los planes y sistemas de juego del técnico. “No quiero hablar aún sobre eso. No resulta apropiado”, comenta. Sabe que cada cosa debe producirse a su debido tiempo. Ahora es el momento de disfrutar de la gran oportunidad (y responsabilidad) que tiene ante sus manos. “Lo que sí quiero decir es que poder entrenar al mejor jugador del mundo es una bendición que desearía para todo el mundo. Con él, nuestro equipo mejorará en cada aspecto”. David Blatt afronta su mayor reto con la serenidad que da el acudir a la NBA tras haber sido elegido por sus colegas como el mejor entrenador de la pasada Euroliga. En sus manos está el alcanzar el sueño americano y poder así tocar de nuevo el cielo.