En una de los primeros movimientos del baile que dio comienzo con el anuncio del regreso de LeBron James a Cleveland Cavaliers, Jeremy Lin deja Houston Rockets y se va traspasado a los Lakers. El base de origen taiwanés termina contrato en una temporada 2014/15 en la percibirá 14,8 millones de dólares.

Para los Rockets, el movimiento era una necesidad estratégica, como la salida de Asik, para liberar el espacio salarial suficiente como para ofrecer un contrato máximo a Chris Bosh. Era un secreto a voces que el ala-pívot veía como primera opción seguir en Miami si también lo hacía LeBron... pero que en caso contrario le seducía la idea de jugar junto a Dwight Howard y James Harden y saltar por primera vez en su carrera a la Conferencia Oeste.

Para los Lakers, por su parte, el movimiento tiene más que ver con una reconstrucción que sigue un proceso no demasiado rápido, perdido ya el posible golpe de efecto sísmico que hubiera sido LeBron y con muy pocas opciones de que Carmelo Anthony se mude a Los Angeles. Los Lakers reciben a Lin, que liberará su sueldo para la próxima temporada, además de una primera ronda de 2015 y otras consideraciones relacionadas con el draft. Un movimiento destinado por lo tanto más al medio y largo plazo que a lo deportivo en la próxima. Lin, de origen taiwanés pero nacido en California, llega a los Lakers en busca de la oportunidad de demostrar que puede ser un jugador de primer nivel en la NBA. Después del fenómeno mediático que provocó en los Knicks donde entre otras cosas anotó 38 puntos ante los Lakers, en Houston no demostró demasiado como base titular y, con rachas de anotación explosivas pero muy irregular, quedó relegado al puesto de base suplente.