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Finales NBA | ENTREVISTA

Ginóbili: "Suplo con inteligencia lo que he perdido en físico”

Manu Ginóbili, a sus 36 años, fue uno de los héroes de los Spurs en el primer partido de la final. El argentino se ha reinventado para continuar siendo una estrella.

San Antonio
Manu Ginóbili.
Reuters

En la final de 2013 se vio una versión inferior de Ginóbili. Pensamos que tal vez fuera le edad, pero este año ha vuelto al gran nivel de siempre…

—Tuve problemas físicos, pero ahora llego de una temporada mucho mejor.

—¿Cómo ha ido reinventándose para seguir a los 36 años siendo una estrella?

—He tenido que aprender a jugar con menos explosividad en las piernas. Antes mi juego dependía un montón de mi capacidad para superar en uno contra uno a mi defensor e irme hacia el aro. Ahora ya no puedo hacer eso o, como mucho, puedo lograrlo durante unos minutos antes de quedarme sin gasolina. He tenido que desarrollar mi capacidad de pase, mi entendimiento del juego, atender a los sistemas, leer las situaciones… He suplido con inteligencia lo que perdí en físico.

—Ha vivido la transformación de los Spurs: de ganar desde el orden y la defensa a hacerlo con un ataque prodigioso.

—Cuando llegué éramos un equipo mucho más conservador. Ahora somos más variados; hemos evolucionado un montón. Eso demuestra qué tipo de entrenador es Popovich. Somos un equipo impredecible. Creo que la evolución de Parker y la mía permitieron al entrenador abrir más el abanico. No sentí que de verdad pertenecía a la NBA hasta 2005, después de ganar mi segundo anillo. Entonces supe que podía ser una estrella en esta liga.

—¿Es la continuidad el secreto del éxito de San Antonio?

—Llevamos un millón de años juntos el entrenador, el general mánager, Duncan, Parker y yo y durante todo ese tiempo han llegado los triunfos. Esa continuidad ha sido muy, muy importante. Nos da una ventaja sobre casi todos, aunque no tanto sobre Miami, que no llevan 12 años juntos, pero sí cuatro de mucho éxito. Son otro ejemplo de estabilidad con premio.

—Es seguramente el mejor suplente de la NBA, ¿prefiere ya salir desde el banquillo?

—Si la idea es que dispute 25-30 minutos, lo prefiero porque veo qué está pasando. Lo he hecho tantas veces que estoy acostumbrado.

—El público le ovaciona más que a ninguno y su camiseta es la que más se ve. Es el ídolo.

—No diría tanto, pero me siento como referente teniendo en cuenta la distribución de la población de la ciudad, con tanta gente de origen latino. Me siento alguien a quien la gente mira mucho y eso es un honor. Fui y soy muy afortunado por haber formado parte de dos equipos tan icónicos como estos Spurs y la selección argentina.

—Muchos no acuden a los campeonatos FIBA para cuidarse o por presiones de sus franquicias, pero usted es fijo desde 1998. Aún no se ha pronunciado sobre el Mundial, ¿irá?

—Decidiré cuando acabe la final, pero no creo en eso de que descansar en verano sea la clave. Se trata de cuidarte cada día y de tener suerte. Hay que ser inteligente en lo que comes, cómo descansas. Con 25 o 26 años no te preocupas. Pero cuando el tiempo empieza a pasar te das cuenta de que cada detalle es fundamental.

—Arranca el Mundial de fútbol en nada, pero hay prensa y aficionados de su país aquí. Tiene mérito...

—Durante una semana aún me mirarán, pero después se olvidarán de que existe el mundo exterior. ¡Es una locura! Somos un país muy futbolero y yo lo he vivido como hincha, así que lo entiendo. Hay grandes selecciones, como España y Brasil, pero a ver si es nuestro…