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Pacers 86 - Wizards 82 (1-1)

Un renacido Roy Hibbert da la victoria a los Indiana Pacers

El pívot de los Indiana Pacers fue fundamental para empatar la serie ante los Washington Wizards. Logró 28 puntos, nueve rebotes, dos tapones y sólo dos faltas.

George Hibbert celebra una de sus canastas.
George Hibbert celebra una de sus canastas.AFP

Hibbert ha renacido esta madrugada en la ajustada victoria de los Indiana Pacers ante los Washington Wizards (86-82). "Estamos en el momento donde realmente necesitamos a Roy, le necesitamos ahora", admitió Paul George tras la dolorosa derrota del pasado martes. Y el pívot ha respondido a la exigencia de su compañero. Hibbert logró 28 puntos, su récord de la temporada y a sólo dos de la de su carrera, nueve rebotes, dos tapones y sólo dos faltas..., un partido soberbio, digno, por fin, de un jugador de su talla.

"Tengo que ser un Roy Hibbert diferente al que he estado siendo", señaló el pívot e Indiana clamaba por ello. Era indispensable un cambio en el jugador después de sólo 13 puntos en los últimos cuatro partidos, era urgente exigir este nivel a Hibbert para poder hacer frente a unos 'insoportables' y combativos Wizards. Porque una y otra vez, los de Randy Wittman quisieron fastidiar el reencuentro del jugador de los Pacers con el baloncesto con esa mezcla de genialidad y locura que poseen con un balón entre sus manos.

Y eso que en el inicio del encuentro todo parecía destinado a ser una fiesta para los Pacers y Hibbert. La afición del Bankers Life Fieldhouse era consciente de lo que había en juego y por ello cada acción de Indiana era jaleada, con especial cariño hacia el pívot. Del 7-0 inicial al 43-45 del descanso, el público (y Larry Bird) pasaron por todos los estados de ánimo posibles. De la ilusión, a la expectación y de la inquietud, al miedo.

Ya que a pesar de la mejoría en el juego palpable de Indiana, su mayor agresividad en ataque (20 puntos en la pintura en el primer cuarto en comparación de los 16 de todo el partido anterior) y mejor química en defensa, dos piedras evitaron que el camino estuviera completamente liso para que los Pacers tuvieran un encuentro fácil y sencillo.

La primera fue que ni Paul George ni Stephenson encontraron el ritmo del partido hasta los momentos finales. Y la segunda que Washington no sintió temor alguno a las acometidas locales. Los Wizards son un equipo que o matas a tiempo o te hace sufrir hasta el final. Ya que aunque Wall no apareció en el partido, al igual que Ariza, y tomó muy malas decisiones al final (dos triples fallados y una perdida), si estuvieron a tono Nené y Beal y, sobre todo, Gortat.

El polaco fue la verdadera razón por la cual Indiana no finiquitó el encuentro antes. El 'martillo polaco' golpeó con 21 puntos y 11 rebotes, su mejor marca anotadora de estos playoffs. E incluso, su insistencia metió en un lío a unos Pacers que comenzaron el último cuarto con un uno de ocho de cara al aro rival (72-73). Pero fue en esos momentos, en la hora de los valientes, cuando George y Stephenson hicieron acto de presencia para evitar otro desastre.

Dos canastas del alero, una con un mate precioso que deseperó a Gortat, y un tiro en suspensión del escolta sentenciaron un partido que un triple estratosférico de Beal alargó algo más (84-82). Pero la diosa fortuna estaba con los locales, que no dejaron escapar una victoria fundamental para seguir soñando con cumplir el objetivo marcado a principio de temporada: el anillo. Ahora, con la eliminatoria empatada, la serie se muda a la capital donde se disputarán los dos siguientes encuentros. Y visto lo visto, cualquier cosa, por extraordinaria o lamanetable que sea, puede pasar. Veremos.