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INDIANA PACERS

Los Pacers cortan a Bynum

El pívot dice de esta manera adiós a su cuarta franquicia en las dos últimas temporadas. Sus crónicos problemas de rodilla sólo le han permitido jugar dos partidos con Indiana.

Andrew Bynum, durante el partido de su debut con los Pacers ante los Celtics.
DIARIO AS

Se acabó el idilio entre Andrew Bynum y los Pacers. La franquicia ha anunciado este miércoles que prescinde de los servicios del pívot para lo que resta de playoffs, lo que significa que ya no existe contrato que le vincule al equipo de Indianápolis. Una vez más, los problemas de rodilla que arrastra desde su etapa en los Lakers han truncado la posibilidad de que logre la estabilidad física y emocional necesarias para poder volver a rendir a su nivel. En las dos últimas temporadas apenas ha podido disputar un total de 556 minutos estando vinculado hasta con cuatro equipos diferentes. Un dato demoledor que ensombrece el futuro de un jugador que estaba llamado a ejercer un dominio en la pintura similar al practicado por leyendas como Shaq, Olajuwon o Abdul Jabbar en su época. 

"Queremos agradecerle a Andrew y a nuestro cuerpo técnico el que hayan intentado resolver sus problemas de rodilla. Le deseamos todo lo mejor para el futuro", comentó Larry Bird, presidente de operaciones de los Pacers.

En sus dos únicos partidos disputados con la camiseta de su ya exequipo, a mediados de marzo en las victorias ante Celtics y Pistons, el center promedió 11,5 puntos (41% en tiros de campo), 9,5 rebotes y 1,5 tapones en 18 minutos de media. El jugador llegó a la franquicia el pasado 1 de febrero procedente de los Bulls, con los que no llegó a jugar y que le traspasaron antes de ejecutar la cláusula del contrato que había firmado a principios de temporada con los Cavaliers por la que le tendrían que abonar otros seis millones de dólares. De hecho, fue con los de Ohio con los que comenzó la temporada. A las órdenes de Mike Brown participó en 24 encuentros (8,4 rebotes y 5,3 rebotes en 20 minutos) antes de ser incluido en el movimiento que dio con Luol Deng en Cleveland y Bynum en Chicago.

Previamente, el curso pasado se lo pasó en blanco (de nuevo las sempiternas lesiones en las rodillas) como jugador de los Sixers. Como le ocurrió hace unos meses en el conjunto que dirige Tom Thibodeau, no llegó siquiera a debutar con la franquicia de Philadelphia.

Ahora falta por conocer cuál será el siguiente paso en la carrera del jugador. Claro está, que previamente deberá intentar resolver de una vez sus continuas molestias en una articulación clave para la práctica de este deporte, o al menos aprender a convivir con ellas paar que no le impidan practicar con regularidad un juego para el que reúne unas condiciones espectaculares.

A sus 26 años, sigue siendo el jugador más joven en debutar y en ser drafteado en la mejor Liga de baloncesto del mundo. Fue elegido por los Lakers en la décima posición del sorteo universitario de 2005 pese a no contar aún con 18 años. Los angelinos contrataron a uno de los mejores pívots de la historia (Kareem Abdul-Jabbar) para que se hiciera cargo de su tutelaje y progresión en el deporte profesional.

En su primera temporada se dio a conocer ante el gran público en uno de los partidos que mayor expectación generaba por aquel entonces: la visita de los Heat de Shaquille al Staples. Bynum le devolvió a O'Neal un mate inmediatamente después de que este hubiera reventado el aro en su presencia tras capturar un rebote ofensivo. Tras el gran movimiento que realizó en la zona de Miami, buscó el choque ante el por entonces mejor pívot del momento en un acto de rebeldía y atrevimiento sin parangón. Años después, ya retirado, Diesel llegó a decir de él que "era el mejor hombre grande" de la Liga. 

De hecho, bajo la tutela de Phil Jackson y la compañía de Kobe Bryant, Pau Gasol y Lamar Odom, y pese a que los problemas de rodilla ya empezaban a manifestarse, el center se convirtió en una pieza fundamental en el esquema del último gran equipo laker, aquel que consiguió los anillos de 2009 y 2010 y cayó ante Boston en las Finales de 2008. En esos playoffs, los angelinos no pudieron contar con su colaboración. De haberlo hecho, quizá la historia hubiera sería a ahora diferente.