Habla la estrella de los Rockets
Dwight Howard: “Si estoy sano, jugaré en la Copa del Mundo”
Con James Harden y Dwight ‘Superman’ Howard al frente de la cohetería, los Rockets son uno de los mejores equipos de la Conferencia Oeste. AS habló con el pívot.
¿Dónde queda aquella capa de ‘Superman’ con la que nos sorprendió a todos en 2008, en el primer ‘All Star Weekend’ de Nueva Orleans, y con la que se proclamó campeón del ‘Slam Dunk Contest’? Hace un año, en Los Angeles, dio toda la impresión de haberla perdido para siempre...
—Ja, ja, ja... No, hombre, no, viene conmigo allá donde yo voy, como mi hijo, Braylon. Me pone la carne de gallina cada vez que la miro. Ese concurso de 2008 no podrá borrarlo nadie. Y pese a todo, no guardo un mal recuerdo de mi año en los Lakers. (Braylon es el único hijo reconocido por Dwight de los varios que se asignan a Howard, quien pidió y obtuvo la custodia).
—Pero se marchó a Houston entre la tremenda decepción general por una campaña de fracasos, además de pequeñas broncas y otros dimes y diretes. Nada bueno...
—No hubo ninguna cosa extraña. Aceptaba lo que pasaba en los Lakers, a pesar de que tuvimos allí un año terrible de lesiones. Podía haberme quedado en Los Ángeles ganando más dinero que en Houston. Pero decidí dejarlo y marcharme a los Rockets porque sentía que tenía una excelente oportunidad para competir mejor y ganar títulos. Antes de decidirme, Daryl Morey (general manager en Houston) me pidió que les dejara demostrarme cómo podía competir su organización y el hambre de ganar que ellos tenían. De entrada, me asignaron a Hakeem Olajuwon como entrenador personal: eso ya fue un honor. He visto que tenía razón.
—Visto lo que ahora se está viendo, ¿creen que pueden ganar ese anillo que desde 1995 no va a Houston?
—Intentaremos probar con todas nuestras fuerzas que podemos ganar este campeonato. Queremos llegar todo lo lejos que nos permitan nuestro deseo... y las lesiones.
—Y después, tendrá que tomar una decisión sobre la selección. Está usted en la lista previa para la Copa del Mundo de España, pero no acude desde los Juegos de 2008...
—Cuando se acabe la NBA, yo, personalmente, empezaré a pensar en la Copa del Mundo. Jugaré allí si estoy sano. No olvido cuando perdimos en 2006, en el Mundial de Japón. Ese título me falta. Me gustaría ganarlo... y ante el equipo de España vamos a necesitar todos los buenos jugadores que tenemos.
—¿En serio terminó bien en los Lakers? ¿Cómo lo ve ya con una perspectiva?
—Fue así. El problema fue que todo el mundo cayó lesionado. Venía de una operación de espalda y tuve que presionarme, machacarme y desafiarme a mí mismo (challenging myself) para volver a jugar en condiciones como de otro modo nunca me hubiera planteado.
—Pero, de un modo u otro, y aunque usted, Dwight, no lo acepte, han quedado varias heridas abiertas...
—Además de la lesión, mi mayor problema fue la adaptación al sistema de ritmo rápido de D’Antoni. No era el mejor para mí y yo no estaba en mi mejor forma: pero lo acepté. Una baja que nos dañó mucho fue la de Steve Nash. Incluso murió Jerry Buss, que siempre fue encantador conmigo. Sólo puedo desearles lo mejor.