Desde la llegada de Mike D’Antoni al banquillo de los Lakers en noviembre de 2012, la química existente entre el técnico y Pau Gasol no ha sido la mejor. Es más, se podría decir que ni siquiera ha existido. Tanto en la última temporada como en la actual, ambas partes han aireado ante la prensa sus reproches respecto a la otra. El último capítulo de este constante desencuentro ha tenido lugar esta última madrugada, enmarcado en el cambio de sistema de juego de los angelinos. D’Antoni ha decido apostar por un quinteto pequeño, con Wesley Johnson ejerciendo de ‘cuatro’. Sin embargo, esta última apuesta no ha conseguido revertir la situación de una franquicia que continúa a la deriva, ocupando el último puesto de la Conferencia Oeste (19 victorias por 39 derrotas, a 14,5 partidos del octavo clasificado, los Suns).

"Si quieres jugar con pequeños, al menos tienes que aprovecharlo y jugar más rápido. Pero si te superan por 20 rebotes no va a funcionar hagas lo que hagas. No vas a ganar así", de esta forma se expresaba Gasol tras caer en Indiana este martes. Un claro dardo a la elección de su entrenador. "Tenemos que jugar con disciplina y creo que no hay mucha en el equipo ahora mismo", añadía. El técnico se mostró sorprendido: "Puedo entender de lo que está hablando, pero no por qué emplea esa palabra".

Una vez aterrizados en Memphis y antes de perder ante los Grizzlies esta madrugada, el técnico volvía a comentar las declaraciones, reprendiendo a su pupilo. “Es muy fácil dejarlo caer y hablar de tus frustraciones. Sin embargo, no lo entiendo… esas cosas deben quedar en casa. Intentaremos trabajar en otra cosa para encontrar una solución”, comentó un molesto D’Antoni. “Es molesto ir a la prensa para quejarse. No creo que ese sea el camino a seguir. La gente debería entender que todos estamos intentando resolver el mismo problema, por lo que unamos nuestras fuerzas para hacerlo lo mejor que podamos”, reiteró.

Tras el encuentro ante su ex equipo, el catalán reconoció que sí que hubo “algo de frustración” en sus declaraciones del día anterior. Sin embargo, pareció no entender el enésimo toque de atención del head coach angelino: “No creo que mis palabras fueran muy lejos y que sobrepasaran el límite. Para mí, dije algo obvio. Tan solo fueron las emociones y frustraciones expresadas tras una derrota y un mal partido nuestro”.

Más allá de quien tenga razón en sus lamentos o reproches, si hay algo claro, es que este envío de recados a través de los medios no conseguirá mejorar la imagen de la franquicia. “Nadie quiere ver esto”, comentó una fuente cercana a los Lakers en declaraciones recogidas por ‘ESPN’.