HISTORIAS DEL ALL STAR | 1992
El emotivo regreso de Magic y su pique con Isiah y Jordan
El base de los Lakers había anunciado unos meses antes que era portador del VIH. Acabó jugando varios '1vs1' contra Isiah Thomas y Michael Jordan.
7 de noviembre de 1991. Magic Johnson anuncia al mundo que es portador del VIH. La historia es de sobra conocida. Una prematura retirada que inspiraba aún más la leyenda del mito angelino. Cinco anillos de campeón, tres MVP de la NBA, 42 puntos como 'rookie', y jugando de pívot, en el partido definitivo de las finales de 1980 ante los Sixers de Julius Erving... Los Lakers jugaban en la NBA, pero Magic juega en otra liga. Esa en la que él, Jordan y Bird luchan cada día por ver quién es el mejor de la historia a ojos de los aficionados.
Después de anunciar su enfermedad Johnson no jugaría en toda la temporada, pero igualmente fue votado por los ‘fans’ para el All Star Game de 1992, que ese año se celebraba en Orlando. Sería MVP de ese partido tras conseguir 25 puntos y 9 asistencias, y dejaría para la historia los mejores dos minutos de un partido de las estrellas. El ‘32’ de los Lakers se enfrentaría en un ‘1 vs 1’ primero contra su gran amigo, y después enemigo, Isiah Thomas y contra Michael Jordan.
La secuencia es la siguiente. Tras un par de triples entre Isiah y Magic, queda algo más de un minuto y medio para acabar el partido y el Oeste gana 146-111 al Este. Isiah coge el balón, driba a Magic y anota. El de Lakers pide rápidamente la pelota, avanza hasta mitad de campo y suelta un pase increíble a Dan Majerle. Ahí, Isiah comienza la batalla. Le hacen un aclarado y comienza a pasarse el balón entre las piernas delante de Magic. La defensa del ‘32’ hace efecto y Thomas acaba con un ‘airball’. Majerle vuelve a anotar a la contra. Le toca a Jordan que, en medio del ruido del público y de nuevo ante la defensa de Magic, falla. 30 segundo y ataca el Oeste. Jordan no quiere que Magic reciba, pero sus compañeros le buscan y acaba recibiendo el balón. Cuando el reloj de posesión llegaba a cero, se saca un triple en la cara de Isiah que es celebrado por el propio Johnson y por la grada como una victoria. Todos los jugadores le acaban abrazando, olvidando su enfermedad y regalándole a Magic su despedida más especial.
Después llegarían los Juegos Olímpicos de Barcelona, la exclusión de Isiah Thomas del ‘Dream Team’ y la vuelta en 1996 con 36 años para jugar ¡32! partidos. No sé de qué me sonará ese número.