HISTORIAS DEL ALL STAR
El día en que Bird levantó su dedo de número 1 en Chicago
En el histórico All Star de 1988, Larry Bird ganó su tercer concurso de triples consecutivo y levantó el dedo índice de la mano derecha antes de que entrara su último tiro.
Para los españoles que descubrimos la NBA en los albores de los 80, Larry Bird fue un ídolo absolutamente inolvidable. Los Celtics lo habían elegido con el número seis en el draft de 1978, antes de que terminara su etapa universitaria en Indiana, gracias a una argucia legal orquestada por el maestro Red Auerbach. Pero no debutó hasta la temporada 79-80. Y con él, Boston recuperó su esplendor, iniciando una nueva etapa dorada. Aquel curso, Bird compartió vestuario con un Pete Maravich crepuscular que ya no jugaría más en la NBA. Y en su año de novato ya fue el máximo anotador del equipo, llevando a los Celtics a un balance de 61-21 y a la final de la Conferencia Este, donde perdieron contra los Sixers.
Sólo una campaña después, Larry Legend condujo hasta el título a los de Massachusetts. Con él ya estaban Robert Parish y Kevin McHale. Después llegarían Danny Ainge y Dennis Johnson, completando un quinteto que muchos nos sabíamos de memoria. Porque así fue, nos rendimos a la clase de aquella gente, a sus legendarios duelos contra los Lakers de Magic Johnson y Abdul-Jabbar y los Rockets de Olajuwon y Sampson. Llegarían dos títulos más, alguna que otra final perdida...
Entre tanto, se fueron incorporando los concursos en lo que se llamó All Star Weekend. Primero el de mates (1984) y luego el de triples (1986). Y este último se ajustaba como un guante a las características de Larry Bird, un anotador compulsivo con una mecánica peculiar (lanzaba sus tiros desde el lado derecho de la cabeza), que apenas saltaba en el momento del lanzamiento y que, además, era el líder de la Liga desde la línea de tres. Y claro, ganó, de una tacada, los tres primeros concursos.
El último de esa racha, en el mítico All Star de 1988 en Chicago, entró en la categoría de leyenda. Se enfrentaba a otros grandes tiradores, en aquellos años en los que ese fin de semana estaba repleto de estrellas: su compañero Danny Ainge, Craig Hodges, Trent Tucker, Mark Price, Detlef Schrempf, Byron Scott y Dale Ellis, casi nada. Los cuatro primeros fueron eliminados en primera ronda y Bird pasó con 17 puntos, por detrás de los 19 de Scott. Y en las semifinales arrasó: 23 por 12 de Ellis, su postrero rival por el título. En la última tanda, el alero de los añorados Sonics lanzó primero y sumó 15. Después llegó el momento de gloria de la superestrella de los Celtics con un gesto que quedaría para el historia. Había llegado al último carro con 13 tantos, ahí falló los dos primeros tiros y clavó los tres siguientes, incluido el del balón tricolor que le daba la victoria con 17 puntos. Antes de que entrara ese lanzamiento ganador, a cuatro segundos del final de la cuenta de 60, Bird alzó su dedo índice derecho en señal de victoria, luego apretó el puño y se fue andando hacia el centro de la cancha sin sobresaltos, como si nada. Era el número uno.