El Bilbao está sin presupuesto e irá a una ampliación de capital

La junta ordinaria de accionistas del Bilbao Basket se celebró este lunes en un ambiente de cierto pesimismo. Tras el reciente rescate de la Diputación, con el que se informó que la sociedad se quedaba casi a cero, ahora se arrastra un fondo de maniobra negativo de 2,7 millones y hay severos problemas de tesorería y liquidez, que ponen en peligro la entidad. Así, se han caído tres millones de euros en patrocinadores y se prefiere no presentar presupuesto para la actual campaña hasta encontrar un desahogo. Este año se debe ya a la plantilla una mensualidad. Hay un escenario posible con fecha límite del 28 de febrero: ampliación de capital sobre 1,5 millones, con 255.000 nuevas acciones (se explicó que con 1,2 saldrían del bache para que el club tuviera viabilidad). Si no se da ese paso se puede solicitar el concurso de acreedores o disolver la sociedad.

Los dirigentes explicaron que hay un reconocimiento de deuda a jugadores, que aun no se ha satisfecho. Entre esos acreedores están Kostas Vasileiadis (que anunció que puede demandarles) y Katsikaris. Hay una estimación de gastos para este ejercicio de 5,5 millones, de los que 3,7 irán destinados a la plantilla, aunque se debe un kilo a la misma de otras campañas, así que se iría esta partida a 4,7. “A la coyuntura actual se ha llegado por decisiones unilaterales de la Diputación y los grandes patrocinadores. Si no hay ayudas institucionales ni empresas fuertes, tenemos que ser consecuentes y pensar en otro tipo de baloncesto”, azotó Gorka Arrinda al principal sostén histórico del Bilbao Basket. El máximo accionista abrió la puerta a “la pluralidad del consejo y accionariado nuevo que quiera entrar”. Es decir, deja caer que pone sus títulos a disposición de quien quiera reflotar la nave. La demanda a Castro y su socio, por el ‘caso Uxue’ es por valor de 6,9 millones y se pide una fianza de 1,2 para evitar la fuga. También se cuestionó por el litigio con Moerman, cuyo contrato asciende a 60.000 euros y se le adeudan varias mensualidades.

Tras las dimisiones de Campuzano y Fernández (Castro no llegó ni a desembarcar), entra Salva Guardia en el consejo. Cualquier miembro del órgano rector está facultado desde este lunes a ejecutar los acuerdos adoptados. Se cuestionó a Arrinda por tres sociedades con consejeros, familiares y accionistas afines a él que presentan flujos de personal y servicios al Bilbao Basket. El consejero delegado informó sobre las actividades que realizan.