Duelo de dos colosos con urgencias en el Palau Blaugrana

No suele jugarse en la cuarta jornada de la primera fase de la Euroliga un partido de máxima exigencia pero hay bastante de eso en este duelo marcado por el dubitativo inicio de competición de dos de los más obvios candidatos a estar en la Final Four de Milán. El Nanterre puso en apuros al CSKA y sonrojó al Barcelona en el Palau, y los dos han perdido ante el Fenerbahçe de Obradovic, en el caso del equipo ruso una paliza (86-60) que obligó a Messina a reconocer que todavía no eran “un equipo”. Un problema similar al de un Barcelona en riesgo de quedar 1-3 y con dos derrotas encajadas en su pista.

El cuadro azulgrana tiene una nueva ocasión de ensamblar un funcionamiento colectivo hasta ahora muy deficiente. Si persisten sus lagunas en defensa, rebote y tiro exterior, sufrirá mucho ante un rival con un fondo de armario descomunal por fuera (Teodosic, Pargo, Micov, Fridzon, Weems) y por dentro (Khryapa, Krstic, Kaun, Hines). La prematura necesidad de ambos equipos añade picante a un partidazo que por lo demás lo tiene todo. Se miden dos de los equipos más poderosos de Europa, que suman catorce presencias en las últimas diez ediciones de la Final Four y que en la de 2013 se enfrentaron en el amargo partido por el tercer puesto. Ganó el CSKA, que domina la serie histórica por 12-10. Y ganó Messina, que sin embargo ha perdido en doce de sus diecisiete enfrentamientos con Xavi Pascual, que le endosó un 1-10 en los onces duelos que les midieron cuando el italiano dirigía al Real Madrid.