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EUROLIGA | BASKONIA 84 - MACCABI 80

Heurtel lidera al Baskonia en un estreno triunfal ante el Maccabi

El base francés metió tres canastas magistrales cuando los israelíes cogieron el aire al partido. El pívot Lamont Hamilton le secundó con un gran encuentro.

Nocioni, Devin Smith y Shawn James
RAFA RIVASAFP

Heurtel desespera muchas veces a la grada del Buesa. Apagado y caótico en ocasiones, otras magistral, esta vez le tocó la versión genial para llevar en volandas al Laboral Kutxa Baskonia al primer triunfo del año (cayó anteriormente en la Supercopa y el debut liguero). La primera parte ante el Maccabi Tel Aviv fue espectacular, lo que quiere Scariolo, moviendo el balón con celeridad, con nervio en defensa, corriendo por toda la pista… una delicia. Pero en la segunda parte, el grupo perdió pegamento y se aturdió. Hamilton mantuvo el edificio en pie y Heurtel acabó sentenciando. El ex entrenador del Bilbao Katsikaris acudió al Buesa, como en la Supercopa, y vio el partido en compañía de Campuzano, uno de los dos consejeros que han dimitido recientemente en el club vecino (y otro, Sergio Castro, será expulsado por la querella que se le ha presentado).

De inicio, la tensión del equipo fue muy distinta a la del pasado fin de semana, cuando un buen Granca se llevó el triunfo del Buesa (otro más) y un sector de público acabó silbando al equipo. Éste estuvo muy bien vertebrado, conociendo su jerarquía: Nocioni lideró el compromiso general de la tropa y fue referencia, los puntos salieron de la mano de Hodge y la pintura fue cosa de Pleiss, que desnortó a un Schortsanitis que este año parece más en forma y aguanta tiempos prolongados en pista. El cuadro vitoriano lideró en el luminoso durante tres cuartas partes del compromiso gracias a su poderío defensivo y, a diferencia del domingo, estuvo mucho más serio en el rebote: al descanso ganada por 19-14 en esa faceta. El australiano Ingles regresó a una pista ACB, ahora con los colores macabeos, y mostró lo que tanto ha prodigado en el Palau: mucha clase a ráfagas, sin continuidad. Fue Hickman el que sostuvo ofensivamente al cuadro israelí en los compases iniciales. Un canastón de San Emeterio recorriendo toda la pista en tres segundos para lanzar desde la línea triple permitió situar el 48-38.

El partido se calentó tras el descanso. El Maccabi entendió que debía endurecerlo para cambiar el ritmo inicialmente y puso a su hombre más voluminoso a esa misión. Schortsanitis desequilibró en el aire a Hamilton en la pelea por un rebote y éste tuvo una mala caída, que pudo hacerle mucho daño. Se encaró con el internacional heleno y a éste tuvieron que sujetarle por la camiseta. Después Blu dio un manotazo al propio Hamilton cuando se elevaba para anotar, y le pitaron antideportiva. El Baskonia tenía una travesía cómoda (53-42), pero el Maccabi recuperó la autoestima y el control del partido. Vivió el grupo de Scariolo de Hamilton, muy certero en el pick and roll y la actividad. Ahí surgió Ingles con chispazos mágicos que animaron a su equipo: éste se puso por delante por primera vez poco después de abrirse el último acto: 62-63.

El Laboral Kutxa dejó de generar desconcierto en el ataque hebreo. Llegó entonces una jugada que despertó del letargo: con 73-75 Heurtel hizo una de las suyas y metió un triple mientras veía venir como un poseso a Ohayon, que le cayó encima y le sacó falta. Fue una jugada de 3+1 para ponerse de nuevo por arriba, aunque no aprovechó el tiro adicional. Después anotó otra suspensión cerca del tiro libre para romper el 78-78. El Maccabi se enredó y dibujó ataques erráticos. Y el francés siguió a lo suyo, remató la faena con un uno contra uno de NBA: amagó por la derecha, se fue por el otro lado, dejó atrás a su par y alargó la bandeja para evitar el enorme brazo de James. Resultado: 82-78, a falta de 42 segundos. En tres jugadas, demostró que domina todos los códigos ofensivos. Los israelíes querían revivir, pero Hamilton apuntilló en un tiro a media distancia. El técnico visitante, David Blatt, estaba muy risueño en sala de prensa. Tras la valoración, al no ser interrogado, soltó: “¿Qué pasa aquí? ¡Es la primera vez en diez años que no me hacen preguntas! ¡Tan claro lo han visto!”. Soltó una risotada. Finalmente los periodistas le lanzaron dos cuestiones: “Gracias por hacerme reír. ¡Bravo, dos preguntas!”, bromeó en castellano. Un crack.