FRANCIA - LITUANIA
Francia gana el Eurobasket
Venció con facilidad en la final a Lituania por 80-66 para lograr el primer título continental de su historia. Tony Parker acabó como MVP. Grandes momentos de Batum y de Diaw.
Francia alzó su primer título absoluto en el Eurobasket (fue plata en 1949 y 2011) sin sacar más petróleo de Tony Parker, que se detuvo en 12 puntos antes de ser proclamado MVP o Jugador Más Valioso del Campeonato, con Marc Gasol como pívot del quinteto estelar del Eurobasket. Para barrer a una Lituania achicada, sin aire y sin espacios, los ‘bleus’ que maneja el hábil Vincent Collet se bastaron con los disparos de sus otras dos baterías de la NBA: Nicolas Batum (17 puntos, seis rebotes) y Boris Diaw: 15 tantos y seis capturas.
El 80-66 definitivo que hizo retumbar La Marsellesa a través del aire espeso del Arena de Liubliana se explica con ciertas cifras: 42-25 para los franceses en la tabla de rebotes y catástrofe de los dos pívots bálticos de la NBA, Valanciunas y Motiejunas, ante las torres de ébano que Francia les opuso: Ajinça (cuatro puntos, diez rebotes) y Johan Petro: cinco puntos. Con balance entre ambos de cero puntos y dos rebotes, el fracaso de Valanciunas y Motiejunas, sumidos en el caos interno del equipo lituano (que no ha podido controlar el seleccionador Kazlauskas) arrastró al fondo las ilusiones de la República báltica, cuyo mejor pívot se sentaba en el banquillo y sin ficha de jugador: se llama Arvydas Romas Sabonis. A sus 49 años,’Sabas’, hoy presidente de la Federación Lituana, se movía con elegancia en el ‘shootaround’ o entrenamiento matinal de Lituania y anotaba triples desde todas las posiciones. Con seguridad y aun en sus actuales condiciones, el actual Sabonis hubiera aportado más que los citados Valanciunas y Motiejunas: no es nada difícil.
La última ventaja de Lituania fue el 29-31 del minuto 15, gracias a los mejores minutos del indisciplinado Linas Kleiza (20 puntos), al que sólo daba escolta Kalnietis (19). Ahí estalló un 7-0 francés, con sendos triples de Batum. Los ‘bleus’ se alejaron y Antoine Diot estampó un triple matador, el único que logró en la final, sobre la sirena del descanso: el 50-34 que relucía tras el triple de Diot abría una vía de agua irreparable en el barquito lituano. Entre los minutos 25 y 27, seis puntos en fila de Diaw firmaron la sentencia inapelable: de 58-41 a 64-42. España cayó ante el campeón. Parker se sentía ‘obsesionado’ por lograr este título europeo: ya tiene una obsesión menos.