NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Eurobasket

Ricky Rubio: "No he visto a ningún jugador como Navarro"

Ricky crece en cada día de Eurobasket y ha superado en los dos últimos partidos su tope de puntos con la Selección, a la que lidera en asistencias cuando arranca la segunda fase.

Ricky Rubio.
Javier Gandul

Haga balance de lo ocurrido hasta ahora en Eslovenia: en términos colectivos, para empezar.

Este campeonato iba a ser diferente. Dadas las bajas y las novedades en el equipo, no podía ser lo mismo que en años anteriores, aunque cada campeonato de estos es un mundo. Teníamos que construir el equipo y nuestro rendimiento en torno a la defensa, esto ya lo sabíamos, aunque también recuerdo los problemas que tuvimos en 2009, en las dos primeras jornadas, cuando estuvimos a punto de quedar eliminados. Aquí empezamos muy serios contra Croacia y después tuvimos un tropiezo con el equipo anfitrión, Eslovenia. Fue un toque de atención y nos hizo ver que, si no estamos serios, cualquiera nos puede ganar. Estos campeonatos son largos, no se ganan el primer día. Y este partido de Eslovenia así nos lo hizo ver. Mejor que el tropiezo fuera al principio.

Después han pasado más cosas. Y usted, Ricky, ha ido cada día a mejor

Hemos recuperado el ritmo en defensa y me he ido sintiendo cada vez más cómodo y con confianza. A partir de una defensa más agresiva, el equipo ha corrido y ha tenido ritmo: yo he disfrutado con eso. Me gusta correr. El tiro ha ido saliendo porque antes lo había trabajado mucho, en Minnesota y siempre que he podido. Ya sólo era cuestión de confianza. Una vez que hay esa confianza, recoges el fruto de ese trabajo. Colectivamente, el equipo ha ido respondiendo como un conjunto. La primera fase ha terminado siendo muy buena.

Mañana, ante Grecia, arrancan la segunda fase en Liubliana como líderes de grupo. ¿Con qué sensaciones, con qué planteamientos?

Las sensaciones son cada vez mejores. Llegamos primeros de grupo y ahora sabemos que hay que intentar ganar cada partido a tope de concentración. Hay un pequeño margen. Tenemos enfrente a muy buenos equipos, tres grandes rivales que han hecho méritos para estar aquí con nosotros. Hay que respetar a Italia, Finlandia y Grecia. Como digo, no se puede pensar que va a ser fácil, pero estamos preparados.

¿Qué tiene la NBA que no tenga Europa, y viceversa?

Al final, los dos juegos son una mezcla, donde cada parte intenta copiar un poco de la otra. En la NBA priman la rapidez y el concepto individual, y en Europa manda más el sistema del equipo, que es con el que yo he llegado allí. La NBA es más competitiva y física, los entrenadores actúan de manera diferente a mí me gusta el sistema europeo, y ellos lo intentan trasladar allí, pero en la NBA me siento más libre por muchas razones, por cómo se corre de rápido en las transiciones, por unas normas distintas: de todo un poco.

¿Puede aclarar alguna de esas normas que, digamos, hacen la vida más fácil o llevadera en la NBA, aunque sea a veinte grados bajo cero en Minneapolis­?

Ja, ja, eso es tremendo... pues mire, a mí me gusta la norma de la NBA que impide mantener la posición fija en defensa por más de tres segundos. Cuando estás allí, te das cuenta de que abre mucho el campo. Supongo que iría bien para dinamizar el juego en todas partes.

La rodilla le quedó bien, después de tanto sufrimiento, o eso parece.

Hubo que trabajar mucho. Mentalmente, hubo momentos duros. Pero sí: está bien, perfectamente.

Un chico como usted, ya todo un 'poster boy' en la NBA, ¿no tiene más aspiraciones de futuro que continuar en Minneapolis­, con los Timber­wolves?

Pensaba en eso, justamente. Mire, yo a mi equipo de Minnesota le estaré agradecido toda mi vida. Es posible que eche de menos ganar más partidos, pero ahora sólo pienso en cómo llevar a ese equipo a lo más alto. Me dieron una oportunidad para ir allí, me han demostrado que creen en mí, se desviven conmigo es un equipo joven, con proyección: me siento parte de ese proyecto. Es una ilusión para mí poder jugar los playoffs en Minnesota.

¿Regresará su entrenador, Rick Adelman, para dirigirles en Minneapolis? Había un problema con la salud de su esposa­, ¿no?

Creo que está todo bien. Nadie ha dicho nada en contra. Supongo que Adelman volverá con nosotros. Yo estoy encantado. Él y yo hablamos mucho de aquellos tiempos que él pasó en Portland con Fernando Martín­ primero, y luego con Drazen­ Petrovic.

Algo habrá que eche de menos en Minnesota de todo lo que tiene en Europa y no se puede llevar

Mmm echo en falta ganar más partidos. También, el ambiente que tenía con los compañeros del Barça y también, las Copas del Rey, ese tipo de competición tan especial y que te sube mucho el plus competitivo a mitad de temporada.

¿Y qué echa de menos cuando vuelve a Europa de todo lo que hay en Minnesota?

El estilo de juego, sobre todo, con esa rapidez que hay allí. La competición, que nunca se para, vas de aquí para allá. Y que, normalmente, en la NBA se recurre en cada partido a unos ocho jugadores. Es otra forma de verlo, una serie de pequeños detalles.

De todos los jugadores con que se ha enfrentado o ha compartido pista, ¿con cuál se queda, Ricky?

No he visto a ningún jugador como el Juan Carlos Navarro que tuvimos con nosotros en 2011 y en aquella final olímpica de Londres, la que yo tuve que ver desde casa: ni en partidos ni en entrenamientos he visto a un jugador capaz de desplegar fundamentos ofensivos con esa facilidad. Era como si fuera capaz de anotar a voluntad, sin que nadie pudiera hacer nada por evitarlo. Te quedabas mirando, asombrado por esa facilidad. Algunas veces le he visto cosas parecidas a superestrellas como Kobe Bryant o Kevin Durant, pero fuera de ellos, a nadie más.