Las Sub-18 van a por el pleno de oros femeninos en Europa

La Selección Sub-18 comienza este jueves (contra Croacia a las 20:30) el asalto de lo imposible: conseguir un pleno de oros en los cuatro Europeos femeninos, algo que ningún país ha logrado antes. Lo cierto es que hasta este verano ninguno había sumado más de dos. Lo hizo España en cuatro ocasiones (en 2012 y 2011 la Sub-20 y la Sub-16 y en 2009 y 2006, la Sub-18 y la Sub-16) y también lo consiguieron Rusia (en 2010, 2004, 2003 y 2000) y Francia (2009 y 2001).

La buena salud y los grandes resultados del baloncesto femenino este verano se deben a la formación constante y al descubrimiento de jugadoras. Por ejemplo, Iho López, una de las cadetes artífices del éxito de las cadetes en Bulgaria, hace dos años era portera de fútbol y nunca había jugado al baloncesto. Aparte de las selecciones inferiores y las concentraciones enmarcadas dentro de la Operación Talento, donde este año han participado en Guadalajara 60 jugadoras (30 nacidas en el año 2000 y 30, en el 2001), la FEB reparte diez becas para el campus Amaya Valdemoro (en el caso de los chicos van al de Pau Gasol, Calderón, Ricky…).

Otro motivo fundamental del éxito del baloncesto femenino, el que más licencias tiene en España (142.923 en 2012), es el Programa Siglo XXI, que constituye un goteo constante de jugadoras que llegarán a ser profesionales. De las doce que consiguieron el oro absoluto en Lille, seis se formaron allí: Torrens, Nicholls, Xargay, Ouviña, Casas y Gil. Al programa, que lleva 24 años en marcha en la Blume de Barcelona —entre las primeras becadas estuvieron Ferragut y Cebrián—, se incorporan las jugadoras más destacadas de cada generación en su primer año de cadetes (13-14 años). Las chicas, 24 (doce cadetes y doce júniors) pasarán cuatro años en el centro, compitiendo en una categoría superior (primera juvenil para la Sub-16 y Liga Femenina 2 para la Sub-18). Una auténtica fábrica de talentos.