NBA
El metro echa al Madison y a los Knicks del centro de Manhattan
Las obras de reforma de Penn Station obligan al célebre estadio a mudarse por cuarta vez en su historia. Nueva York les da 10 años de margen, hasta que empiecen las obras.
Diez años. Ese es el plazo que tienen los Knicks para buscarse un hogar fuera del epicentro de Manhattan. El Consejo Municipal de la ciudad de Nueva York (órgano legislativo) ha dado ese plazo a la franquicia –y, en consecuencia, también a los Rangers de hockey sobre hielo y a las Liberty de WNBA– para mudarse y dejar atrás el mítico Madison Square Garden. La razón es la renovación de Penn Station, estación de metro por la que transitan más de medio millón de pasajeros al día y que no puede modificarse por la presencia del estadio, ubicado justo encima.
"Es el momento de trabajar y construir la Penn Station que la ciudad de Nueva York y la región necesitan desesperadamente para mejorar el acceso y estimular el crecimiento económico en la ciudad y en toda la región", opinó la organización Alianza Para Una Nueva Penn Station.
Por su parte, Kim Kerns, portavoz de Madison Square Garden Co., dijo que el estadio "ha funcionado en su ubicación actual durante generaciones y se siente orgulloso de haber dado a los neoyorquinos algunos de los más icónicos momentos del deporte y el entretenimiento". Desde que abrió sus puertas en 1968, el estadio, además de partidos de los Knicks, New York Liberty y Rangers, ha acogido conciertos de los Rolling Stones y Elvis Presley, combates de Muhammad Ali y espectáculos de los Harlem Globetrotters, entre otros muchos.
A pesar de su carácter emblemático de Manhattan, el Garden no siempre ha estado en el número 4 de la plaza de Pennsylvania. Antes fue derruido por diversas razones y cambió de ubicación tres veces. Dentro de diez años el historial de este nómada de Manhattan volverá a ampliarse.