España aplasta a Suecia, pasa primera y deja fuera a Rusia

Había ganas de revancha y Lucas Mondelo lo dejó claro en un tiempo muerto a falta de dos minutos. España arrasaba en ese momento a Suecia (66-42), pero no se conformaba: quería más y más. “Debemos ganar pensando en posibles empates en la segunda fase y también por nuestro orgullo, por lo que pasó el verano pasado. La sangre se lava con sangre y esta es nuestra seña de identidad. Que nos tengan respeto”.

La paliza a Suecia, que ganó los dos partidos del Preeuropeo a España el pasado verano, es la mejor manera de demostrar que aquella Selección acostumbrada a subir al podio (cinco Europeos seguidos) ha vuelto. Pero en juego también estaba dejar fuera a Rusia y pasar a la siguiente fase con dos triunfos, algo que salvo hecatombe, evitará lo que ningún equipo quiere en este Eurobasket: jugarse el pase a las semifinales con Francia, anfitriona y un portento físico.

Las gemelas Eldebrink, pasado y futuro del Rivas Ecópolis, son la principal amenaza de Suecia y el protagonismo ofensivo de Elin y, sobre todo, Frida no se hizo esperar. Las hermanas sumaban más de la mitad de los puntos de su equipo al descanso (16) y atascaron la fluidez española, en un arranque de partido algo errático. Si las de Mondelo pudieron sobrevivir al tempo que impuso Suecia en esos primeros 20 minutos fue a costa del dominio en el rebote y de las segundas opciones (al descanso, de los 30 rebotes de España, 14 eran ofensivos). “La diferencia no cuenta. No vamos a pensar en remontar, sólo en jugar”, decía el técnico español, cuando su equipo se mostraba precipitado, desconocido (20-29, min. 19) y con la muñeca fría desde la línea de 6,75. Pero España, antes del descanso, se reconcilió con el triple. Y lo hizo por partida doble, con dos dianas de Marta Xargay, que ponían el empate a 30 en el marcador.

La Selección lavó su imagen tras el descanso: despegó con un parcial de 11-0 liderado por Sancho Lyttle (de nuevo, la mejor con 17 puntos y 17 rebotes) y apuntilló a Suecia con dos triples seguidos de la incombustible Amaya Valdemoro. Fue el momento en el que Mondelo pidió más a sus jugadoras. Había ganas de revancha.