En 1995 el Madrid se coronaba en el Príncipe Felipe de Zaragoza campeón de Europa ante el Olympiacos (73-61) tras quince años de sequía. Arvydas Sabonis y Joe Arlauckas lideraron a un equipo de estajanovistas, con Santos, Antúnez y García Coll en el quinteto titular. "Sí, había un gran ambiente, muy profesional. Yo venía de Vitoria y en el Madrid era más entrenar e ir a casa, entrenar e ir a casa y ganar títulos", cuenta Arlauckas, que formó con Sabas una de las mejores parejas foráneas de la historia europea, y eso que al principio les costó: "Era cuestión de adaptarse. Sabonis es un tío de 2,20, tímido, soso, que no hablaba mucho Al principio fue difícil entablar amistad y en la pista venía con 160 kilos pidiendo el balón mientras que yo estaba haciendo mi movimiento. Tenía que ajustar mi juego, porque sabía que él no lo iba a hacer".

Por su parte, Sabonis, que consiguió su primera Euroliga tras varios tropiezos con el Zalgiris, nunca hubiera imaginado entonces que el Madrid acumularía 18 años en blanco: "No lo hubiera esperado entonces, pero ahora resulta que la casualidad ha llevado a que vuelva a jugar la final contra el Olympiacos. Apostaré siempre por el Madrid, pero no quiero que se haga de menos al actual campeón de Europa".