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FINAL FOUR

"La ilusión ha renacido en el seno del Real Madrid; se puede"

AS reunió en el Bernabéu a cuatro leyendas blancas. No ha habido final con presencia madridista en la que no estuviera alguno de ellos. Creen que puede caer la Novena.

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CON SUS TROFEOS. Rafael Rullán, Joe Arlauckas, Emiliano Rodríguez y Clifford Luyk, junto a las ocho Copas de Europa del Madrid.
Rafa Aparicio

Este viernes, en el O2 Arena de Londres, el Real Madrid iniciará el camino que puede llevarle a conquistar la Novena Copa de Europa. Un gran reto para unos jugadores, algunos muy jóvenes, que se quedaron a las puertas del triunfo hace dos años en Barcelona, y que en su día afrontaron con éxito grandes leyendas del baloncesto blanco. AS reunió a cuatro de ellas, Emiliano Rodríguez, Clifford Luyk, Rafael Rullán y Joe Arlauckas, en el museo del Santiago Bernabéu, junto a los ocho títulos conquistados por el Madrid en los que fueron protagonistas.

Representantes ilustres de tres generaciones que han copado todas las finales de la máxima competición europea con presencia madridista (14). Voces autorizadas para recordar las glorias del pasado y analizar el presente. "Han renacido la ilusión y la esperanza, el Madrid ha hecho méritos para estar en la Final Four y se puede ganar. Habrá nervios, pero también seguridad y experiencia". Es la opinión de Emiliano, compartida, con cautela, por su gran amigo y compañero Luyk: "Hay que ir partido a partido y luego veremos qué pasa, pero veo posibilidades".

Rullán, que llegó al Madrid coincidiendo con los últimos años en activo del pívot neoyorquino -español de adopción y de corazón-, ve al equipo blanco "muy bien". "Eliminó al Maccabi­ en tres grandes partidos y eso da moral. Creo que hay serias opciones de jugar la final y ganarla. Es su año. Los chicos llevan un tiempo juntos y el estilo de Laso les va al dedillo". Arlauckas opina que el Real llega "más tranquilo que los demás". "No sé si eso es bueno o malo, porque llevan unas semanas jugando sin tensión, al contrario que el Barça, pero tienen mejor plantilla y están mejor físicamente". 

Recuerdos. Echando la vista atrás, Emiliano rememora su mejor vivencia internacional: "Fue la del segundo título, el que ganamos al CSKA en Fiesta Alegre. Un hecho para recordar siempre, porque derribamos la hegemonía del baloncesto ruso", rememora el mítico alero, que, refiriéndose a la conquista de la primera Copa de Europa contra el Spartak Brno checo, en 1964, admite que fue "un orgullo lograr un éxito soñado por el que el Madrid luchaba desde cuatro años antes".

Fue un hito que se logró con la llegada de Luyk, que tiene otras preferencias en su memoria: "La primera fue emocionante y difícil. Era un campeonato continental. Sabía lo que era la vieja Europa porque mis padres eran de Holanda y de Suiza y le di una importancia máxima". Rullán nunca olvidará la final de 1980 ante el Maccabi: "Íbamos de víctimas, ellos eran favoritos y tres cuartas partes de la grada eran israelitas. Pero nos salió un partidazo. Yo estuve muy bien, 27 puntos contra Perry y Williams. A la primera Copa, en el 74, también le tengo cariño, ya que por estrenarte en Europa te daban la insignia de oro y brillantes del club". El último en saborear las mieles del triunfo continental ha sido Arlauckas, protagonista de la octava, la de 1995 contra el Olympiacos: "Estaba tan centrado en el partido que no recuerdo qué sentí exactamente, fue una mezcla de alegría y de tristeza al pensar 'ahora, qué me queda'. Pero no hay nada mejor".