Los Lakers resisten ante los Grizzlies; los Thunder mandan

Los Lakers resisten en zona de playoffs tras imponerse a los Memphis Grizzlies en un final dramático, donde Mike Conley (21 puntos, seis asistencias) erró dos tiros en sendos ataques agónicos de los Grizzlies, con los Lakers arriba en 85-84 y 86-84 (tras tiro libre de Howard) en la definitiva entrada de Conley, a por uvas sobre la sirena del minuto 48. En esa entrada final, Conley chocó literalmente con el corpachón de Dwight Howard (nueve puntos, diez rebotes), mientras Pau Gasol terminaba de cerrar el espacio aéreo. Enfrentado directamente a su hermano Marc, Pau selló quizá el mejor partido desde su regreso a las pistas: 19 puntos (8/14 en tiros) y nueve rebotes en 35:35. Buena parte de los puntos de Pau Gasol vinieron de manos de Kobe Bryant: 24 puntos (10/23 en tiros, 0/5 en triples), nueve asistencias y cinco rebotes, a través de 42:32 en pista. En el último minuto, por simple cansancio, y bajo la defensa de Quincy Pondexter, Bryant erró dos tiros que podían haber sentenciado.

Los Lakers mandaban por 46-39 en el descanso pero sufrieron para llegar a ese ajustado 86-84 del final principalmente por sus 18 pérdidas de balón ante la severa defensa de Memphis. De esa manera, los Grizzlies usaron un parcial de 1-15 en el tercer cuarto para colocarse arriba por 47-54, pero entre Pau Gasol, Bryant y dos triples de Steve Blake (seis puntos) impidieron la escapada definitiva de unos Grizzlies con problemas para desarrollar su juego interior ante los centímetros de los Lakers: en las barbas de Jack Nicholson, Marc Gasol se ganó una técnica por protestar una falta en ataque (fue un codazo… a Pau) y, tras 38:39 en pista, se detuvo en once puntos (5/8 en tiros), ocho rebotes y siete asistencias. Zach Randolph aportó 15 puntos y siete rebotes. Jerryd Bayless, 14 puntos. Los Grizzlies, que habían ganado sus cuatro últimos partidos, cedieron claramente en rebotes (43-36) y en aciertos de tiro (45,9%-44,2%): se llegó a ese tenso final igualado sólo gracias a la hemorragia de pérdidas de los Lakers, que volvieron a disfrutar de buenas contribuciones de Earl Clark y Antawn Jamison, ambos con 13 puntos más cinco rebotes.

Así, a los Lakers se les viene otra cita crucial, mañana con los Clippers (en cuyo vestuario se escuchan ruidos de sables entre Paul, Jordan y Griffin)… pero esa nueva ‘batalla de Los Angeles’ llega con los Lakers en playoffs, octavos del Oeste en 40-36, gracias a este intenso éxito ante Memphis. Ya nadie cede en esa zona. Se combate cuerpo a cuerpo. Por delante, y en Phoenix, Golden State Warriors resolvió los problemas planteados por los Suns gracias al 14-32 del tercer cuarto, de paso para el definitivo 107-111: 25 puntos de Klay Thompson y 22 (con 14 rebotes) de David Lee zanjaron la cuestión, pese a un sensacional Goran Dragic: 32 puntos para los Suns, igualando su plusmarca en la NBA. Jarrett Jack (14 puntos) conectó el triple de la tranquilidad para los Warriors, que recibieron 18 puntos y 15 asistencias de Steph Curry. Michael Beasley adicionó 25 puntos a los Suns.

En Portland, y pese a la reaparición de LaMarcus Aldridge (32 puntos, 13 rebotes) con los Blazers… los Houston Rockets siguieron mostrándose intratables: tremendo marcador de 98-116 para Houston, con 33 puntos para James Harden y 22 para Jeremy Lin, cuyos promedios no paran de crecer. Los Rockets (43-33, cuatro victorias en serie) ganaron los parciales de cada uno de los cuatro cuartos, con 51,3% de aciertos en tiros de campo. Víctor Claver volvió a ser titular con los Blazers y aportó nueve puntos (4/8 en tiros) y dos rebotes en 26:41 de acción.

En balance de 40-37, Utah mantiene la persecución de los Lakers (y de los Rockets) con su 95-83 en Salt Lake City sobre los Hornets: 23 puntos de Gordon Hayward y 20 de Paul Millsap capitanearon a los ‘jazzmen’ sobre unos Hornets liderados por el joven Anthony Davis (24 puntos, 12 rebotes) y por Greivis Vasquez: 21 puntos, nueve asistencias.

En esta batalla a cara de perro por los playoffs, los Dallas Mavericks (37-39) ya tienen poco que decir, pese a su éxito en Sacramento, tercer partido en cuatro noches: 108-117, con 25 puntos para Shawn Marion, 20 para Brandan Wright… y 16 de Dirk Nowitzki. Brillaron los rápidos bases de los Kings: Isaiah Thomas (29 puntos) y Tyreke Evans (26), además del ‘doble doble’ de Jason Thmpson: 16 puntos, 16 rebotes.

Antes de todos estos combates, pero mucho más al Este, en Indianapolis, Oklahoma City Thunder se hacía con el liderato de la Conferencia Oeste al destrozar a los Pacers: 75-97, con 34 puntazos de Kevin Durant y 24 (más nueve asistencias) de Russell Westbrook, a pesar de su 0/3 en triples. Serge Ibaka mantuvo su línea de seriedad y contribuyó al daño sufrido por los Pacers con 12 puntos (5/9 en tiros) y siete rebotes en 28:22 de estancia en pista. Los Thunder cerraron el partido y el último cuarto con un demoledor parcial de 8-25, entre un gobierno despótico de los rebotes: 31-53. Roy Hibbert (22 puntos, ocho rechaces) fue el mejor de los sometidos Pacers, que también tuvieron 17 puntos de David West. En vísperas de recibir (mañana) a los enrachados Knicks, los Thunder firman un balance de 56-20 que les hace primeros del Oeste porque, en el empate con los Spurs, quedan arriba por más victorias sobre equipos de la misma Conferencia.

Pero los líderes absolutos de la NBA (en 59-16) siguen siendo los Miami Heat, que se dieron el lujo de batir fácilmente a los Bobcats en Charlotte, un 79-89 abase de buenos ratos defensivos… y sin LeBron James, Dwyane Wade y Ray Allen, todos con la misma excusa (?): problemas de tobillo. Mike Miller (7/11 en triples) produjo 26 puntos para los Heat, cuya telaraña defensiva maniató y limitó el ataque ‘bobcat’ hasta un ínfimo 28/88 en tiros de campo: 31,8% de aciertos. El tanteo parcial del tercer cuarto marcó… 8-18 para Miami. El asaltado (en su domicilio) Chris Bosh agregó 18 puntos y ocho rebotes a los Heat, mientras que Michael Kidd-Gilchrist, con 18 puntos y 14 rebotes, emitió algún brillo entre las penurias de los Bobcats.

Por otra parte, los Denver Nuggets han confirmado que Danilo Gallinari no jugará más en esta temporada como consecuencia de un desgarro en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda.