Una batalla con intensidad de playoff ante 18.203 espectadores en el Chesapeake Energy Arena de Oklahoma City dio como resultado un valioso éxito de los Oklahoma City Thunder (OKC) sobre los San Antonio Spurs: el 100-88 final coloca a los Thunder, ya en 55-20, al borde del liderato de la Conferencia Oeste, aún en poder de los Spurs: 56-20. Una victoria habría dado a los Spurs ventaja definitiva en los empates. Ahora, y en ese eventual empate, OKC tendría la ventaja por su mejor balance ante los equipos del Oeste. O sea, que los Spurs siguen manteniendo el liderato de la Conferencia, pero no es ya por mucho más de un pelo.
Básicamente, la explosividad y poderío físico de los Thunder mantuvieron a remolque a los Spurs, que no se guardaron nada pero ya perdían por 52-44 en el descanso. En el último cuarto, los Spurs lanzaron la esperada carga… pero con un mal 39,8% de acierto total en tiro. Aún así, y a 4:42 del fin, el marcador estaba en 89-86 tras canastas de Tim Duncan y Nando De Colo (ocho puntos, cuatro rebotes). Hubo fallos, agobios de ida y vuelta… pero a 3:17, Kevin Durant, KD, estampó su segundo triple del partido (2/3), tras robarle la cartera a Danny Green... como a Chris Bosh le robaron 340.000 dólares en su residencia de Miami, la noche anterior.
Ese triple de Durant, marca de la casa, impuso el 94-86 y estalló como un torpedo en el cuarto de máquinas de los Spurs, que ya navegaron hasta el fin con la línea de flotación bajo el agua. A 1:54, una bandejita de Serge Ibaka (11 puntos, 11 rebotes, tres tapones y 1/1 en triples en 34:28) determinaba el irrecuperable 96-88. El desenlace llegó con sendos tiros libres de Durant que firmaron el 100-88 y los 25 puntos finales, más nueve rebotes y seis asistencias, del propio KD, de nuevo el trueno supremo de los Thunder, escoltado por su habitual escudero, Russell Westbrook: 27 puntos, con 9/21 en tiros. ‘Typical Oklahoma City Thunder Basketball’. En los Spurs, Kawhi (‘Koo-jai’) Leonard empató a 24 puntos con Tim Duncan… pero le mejoró en rebotes: 14-11. Los Thunder tiraron con el 46,3% de aciertos (50,0% en triples, 12/24), ganaron en rebotes por 47-44… y expusieron las limitaciones de un Tony Parker aperreado y agobiado por Russell Westbrook a ambos lados de la pista. La mala noche de Parker (dos puntitos, con 1/6 en tiros y cuatro asistencias) fue esencial en el desenlace.
Tras una excursión de ocho partidos, los Nets regresaban a Brooklyn, a su cubil del Barclays Center… y allí se vieron volteados por los Chicago Bulls, que se impusieron por 90-92 después de un enceste crucial de Nate Robinson, a falta de 22,7 segundos. Siempre sin su ‘grupo salvaje’ de ausentes, Noah, Belinelli, Hamilton, Taj Gibson… y Derrick Rose, que volverá específicamente cuando él lo decida. Vestidos de negro como un pelotón de granaderos, los Bulls fueron a lomos del carro de combate que es Carlos Boozer: 29 puntos (12/22 en tiros) y 18 rebotes. Luol Deng ayudó con 16 puntos y además contribuyeron Jimmy Butler (16 puntos), el citado Robinson (12) y Kirk Hinrich (10), eliminado por seis faltas a 3:38 del final.
Los Nets habían ganado cinco de los ocho partidos de su gira y ahora vencían por 47-36 en el descanso, de la mano de Brook Lopez (28 puntos, cinco rebotes), pero la carga sostenida del intimidador e imponente Boozer les arrebató el dominio en los rebotes (30-46, Bulls)… y la ajustada defensa de Chicago les hizo perder 16 balones. A 3,6 del final del tercer cuarto, un triple de Butler consumaba el empate a 65. Después, ni Deron Williams (30 puntos, diez asistencias), ni Lopez, ni el trabajo oscuro de Reggie Evans (cero puntos, 13 rebotes) pudieron salvar a los Nets. Ya con 90-92 y en el último segundo, el aro escupió un tiro esquinado del mismo Lopez que hubiera forzado la prórroga… y parecía entrar sin remedio. En balance de 41-33, los Bulls alcanzan el quinto puesto del Este a costa de Atlanta (42-34) y ya amenazan el cuarto puesto de los Nets (43-32). En todo caso, los Pacers (48-27) siguen manteniendo cómodamente el liderato de la Central Division y el tercer puesto de la Conferencia Este.
Y en Denver y ante los Dallas Mavericks, los rampantes Nuggets, que no recuperarán a Ty Lawson hasta los playoffs, demostraron que saben sobreponerse a cualquier dificultad y que el viento del Destino sopla tras ellos: en el minuto 20, con 35-38 para los Mavs, Danilo Gallinari fue evacuado del campo tras lesionarse la rodilla izquierda en una entrada entre Dirk Nowitzki y Darren Collison. La impresión y los gestos de Gallinari (que llevaba nueve puntos y promedia 16,3 en la Liga) no eran nada tranquilizantes. Pero, tras el 47-47 del descanso, los Nuggets supieron sacar adelante el compromiso y consolidar la tercera plaza del Oeste (52-24) con un ajustadísimo 95-94. A 2,06 del final, Vince Carter (11 puntos) anotaba la que iba a ser la última canasta de Dallas: 91-94. 18 segundos después, Andre Miller cerraba sus 22 puntos (y siete asistencias) con el tiro que acercaba a los Nuggets hasta 93-94. En los siguientes y agónicos 106 segundos falló todo bicho viviente, Nowitzki (13 puntos, seis rebotes) perdió un balón clave, Kenneth Faried erró dos tiros libres… y un inspirado Corey Brewer atrapó el vital rebote ofensivo tras el segundo error desde la personal del insaciable y volátil ‘Manimal’ Faried: 12 puntos, 19 rebotes. Con el rebote de Brewer (23 puntos totales), George Karl pidió tiempo muerto para Denver… y a 2,8 segundos, Andre Iguodala (ocho puntos, nueve rebotes, ocho asistencias) galopó sobre los cansados Mavericks en una bandeja voladora que sentenció el 95-94 definitivo. La derrota hunde sin remedio las esperanzas de playoffs de los Mavs, ya en un desolador 36-39. Colapsados por la baja de Lawson y el mal rollo sembrado por la lesión de Gallinari, los Nuggets sólo acertaron el 39.3% de sus tiros a canasta, pero su determinado corazón y el deseo de Faried les llevaron a ganar la batalla de los rebotes: 50-41. 16 puntos de Brandan Wright y 13 puntos más nueve rebotes de Chris Kaman fueron las cifras individuales más significativas de unos Mavericks que se marcharon de Denver y de las Montañas Rocosas como un ejército en retirada y alejado de la Tierra Prometida de los playoffs. Hoy, en Los Angeles, importantísimo Lakers-Grizzlies, con los hermanos Pau y Marc Gasol, frente a frente... y los playoffs en juego para los Lakers.
