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RESUMEN DE LA JORNADA

LeBron sella la racha histórica de los Heat: 23 victorias

Los Heat logran su triunfo consecutivo número 23, 103 a 105 sobre los Boston Celtics. Esa racha de 23 victorias es la segunda mejor en la historia de la NBA.

 LeBron James de los Heat reacciona tras anotar ante los Boston.
CJ GUNTHEREFE

Imparables, y en noche histórica, LeBron James y los Miami Heat silenciaron a 18.624 espectadores en el TD Garden de Boston. Con una suspensión definitiva de ‘King’ James, a 10,3 de la sirena final, los Heat arrancaron su triunfo consecutivo número 23, 103-105 sobre los Celtics. Esa racha de 23 victorias es la segunda mejor en la historia de la NBA, sólo superada por las 33 de los Lakers en 1971-72. Miami no pierde desde el pasado uno de febrero, en Indiana. Con 37 puntos, 12 asistencias y siete rebotes de James (16/29 en tiros), los Heat batieron a los Celtics en Boston tras encajar una serie de once derrotas en pista de los Celtics, que jugaron sin Kevin Garnett, griposo y con contractura muscular. Miami nunca había ganado en Boston desde que armó la triple amenaza del ‘Big Three’, James, Wade y Bosh. Fue la mejor noche en la carrera de Jeff Green, con 43 puntos y siete rebotes, pero los Celtics no se salvaron ni con eso… ni con el buen partido de Paul Pierce: 17 puntos, ocho rebotes, ocho asistencias. Sin embargo, ya tres segundos del final, Pierce erró el triple que hubiese dado el triunfo a los Celtics. Mario Chalmers (21 puntos, con 4/5 en triples) fue esta vez el mejor escudero de James, con Dwyane Wade ‘limitado’ a 16 puntos y seis asistencias.

En el TD Garden se cumplía exactamente el quinto aniversario del día en que Boston puso fin a la racha de 22 triunfos de los Rockets, en 2007-08. Los Heat dominaron la batalla del rebote (33-39), pero su defensa no supo parar el ataque ‘celt’: Boston, que llegó a mandar por 17 puntos en la primera parte, tiró con el 54,2% de aciertos (Miami, 49,4%). El tercer cuarto aún se cerró con 82-78 para Boston, de la mano del colosal Jeff Green: 24 puntos entre los cuartos segundos y tercero. Pero en el drama del último cuarto acabó prevaleciendo James, la actual ‘prima donna’, la gran estrella del mejor equipo de la NBA. “Sabemos lo que estamos haciendo, sabemos que estamos haciendo historia y estamos dispuesto a seguirlo haciendo. Hemos vuelto a crecer juntos como equipo, y en un ambiente tan hostil como Boston”, insiste ‘King’ James, al que se le señaló técnica por desplante a Jason Terry… tras machacar en carrera y abusar verbalmente del arrollado Terry. James se refería entre líneas a las broncas que se llevó el ex 'celtic' Ray Allen, que se detuvo en seis puntos.

El caso es que las siguientes citas para Miami Heat, líderes de la NBA con balance de 52-14, también son propicias para el que Doc Rivers, técnico de Boston, describe como 'el mejor equipo de la Liga': los Heat van el miércoles a Cleveland (allí regresa LeBron…), y el viernes al Palace de Auburn Hills ante los Pistons. Justo en Cleveland, el segundo equipo del Este, Indiana Pacers (41-26), salió de una minicrisis de dos derrotas con un fácil 90-111 ante los Cavaliers. 20 puntos de Gerald Green y 18 de Tyler Hansbrough fueron lo mejor de unos cómodos Pacers, que calmaron las ansias de su entrenador, Frank Vogel, y controlaron con solvencia los rebotes: 45-57. En los Cavaliers brillaron Tristan Thompson (21 puntos, once rebotes) y C. J. Miles: 20 puntos. Y en Auburn Hills, otra de las inminentes escalas del acorazado llamado Miami Heat, los Brooklyn Nets abrieron una excursión de ocho partidos con soberana paliza a unos Pistons semivacacionales: 82-119. Deron Williams estuvo incontenible (31 puntos, 10/18 en tiros). Con síntomas gripales, José Manuel Calderón sólo jugó durante ocho minutos del primer cuarto, anotó dos puntos (1/3 en tiros), repartió dos asistencias… y ya no reapareció en pista. En relevo de Calderón, el ‘piston’ Will Bynum sumó 18 puntos en 29:51 de acción.

En Atlanta surgieron los ‘antiguos’ Dallas Mavericks, aquellos campeones de 2011… y arrollaron a los Hawks: 113-127, con un suntuoso 57,3% en tiros de campo y 59,1% en triples: 13/22. 24 puntos de Darren Collison y 22 de Dirk Nowitzki (seis rebotes cinco asistencias) comandaron el asalto de los Mavs al Philips Arena. Los Hawks unieron fuerzas y tuvieron a seis jugadores en diez o más puntos, con 16 puntos y once rebotes p ara Al Horford, pero no fue suficiente ante el estupendo día de Dallas, que también gobernó en rebotes: 31-39. El triunfo permite a los Mavericks instalarse en la décima plaza del Oeste y superar a los Portland Trailblazers, derrotados por 101-100 en Filadelfia. A 7,1 del final, LaMarcus Aldridge (32 puntos, 14 rebotes) no consumó su gran noche y falló el tiro que podía haber dado un importante éxito los Blazers, galvanizados por 27 puntos, siete rebotes y siete asistencias del espectacular Damian Lillard. Jrue Holiday (27 puntos, ocho rebotes, seis asistencias) resultó decisivo al apuntillar los cuatro últimos puntos de los Sixers, ya en los 33 segundos finales. A 7,9 segundos, el quinto triple de Lillard (5/7) selló el 101-100, inservible para unos Blazers cada vez más alejados de los playoffs. Spencer Hawes (18 puntos, 13 rebotes) y Thaddeus Young fueron otros argumentos de unos Sixers que confirmaron lo que ya se esperaba: el moroso Andrew Bynum va a ser intervenido quirúrgicamente, y de inmediato (quizá, hoy mismo) en ambas rodillas. Bynum queda libre en junio y probablemente nunca juegue para el club de Filadelfia, que tanto esperaba de él cuando le adquirió en el verano de 2012. “Como Bynum nunca ha jugado con nosotros, es pura especulación pensar lo que hubiera pasado con él”, filosofó Doug Collins, entrenador de unos Sixers que despedirán la temporada con el final de la ‘regular season’

Y en el FedEx Forum de Memphis, en el Grizzlies-Timberwolves, hubo susto para Ricky Rubio, que abandonó el juego en el minuto 33 con contusión muscular en la ingle tras caer de mala manera en una transición hacia el aro de los Grizzlies. De todos modos, Rubio se recuperó e intentó seguir jugando, pero no tenía mucho sentido: el tercer cuarto y el partido quedaban cerrados con un 74-53 para Memphis. “Con todas estas condiciones, no había motivo para devolver a Ricky a la pista”, resumió Rick Adelman, entrenador de unos Timberwolves batidos y abatidos por los Grizzlies: 92-77. Entre los Wolves, Ricky (21:03 de juego) se detuvo en dos puntos y dos asistencias, con once puntos y siete rebotes para Gelabale. Con 20 puntos y seis asistencias, Mike Conley indicó la ruta a unos Grizzlies que insistieron en el juego interior con Marc Gasol: 16 puntos (6/13 en tiros), ocho rebotes y cinco asistencias en 33:22. Los Grizzlies regresaban a Memphis tras una excursión de cuatro partidos, rematada con dos derrotas, pero no permitieron que Minnesota acertara más allá de un ínfimo 33,7% en tiros: 29/86. “Siempre resulta un poco extraño cuando se vuelve a jugar en casa después de una gira semejante, pero supimos reaccionar bastante bien”, observa el propio Marc Gasol, al que dieron buena escolta Tayshaun Prince (12 puntos, 14 rebotes) y el usual Zach Randolph: 14 puntos, diez rebotes. En Charlotte se produjo una inopinada victoria de los abismales Bobcats sobre unos Wizards que llegaban con tres triunfos en fila: nada menos que siete ‘bobcats’ lograron once o más puntos, con 27 para Gerald Henderson, rumbo al definitivo 119-114. 25 puntos de John Wall y 21 de Nené (siete rebotes, siete asistencias) no bastaron a los Wizards ante la excelente noche de unos Bobcats que sentenciaron con un 12-0 en el último cuarto, donde brilló Kemba Walker. 18 puntos, siete asistencias. En Chicago y en prórroga, los Denver Nuggets produjeron su victoria número 12 en serie (118-119), gracias a un triple vital de Andre Iguodala (doce puntos, diez rebotes), a 7,1 segundos del final de la prórroga. Los Bulls, que no saben nada de cuándo querrá reaparecer Derrick Rose, se quejaron amargamente de la anulación de una canasta de Joakim Noah a 1,7 segundos de la sirena, al decretar los árbitros ‘goaltending’ o invasión del espacio aéreo sobre el aro, después de que el balón saliese de las manos de Marco Belinelli. “Nos sentimos robados”, espetó Carlos Boozer, que calcó la anotación del mismo Noah: 14 puntos. Los hombres exteriores, Nate Robinson (34 puntos) y Luol Deng (21) mantuvieron el partido para los Bulls… pero no pudieron detener la hemorragia que desató Wilson Chandler: 35 puntos, con 16/21 en tiros. Los Nuggets se impusieron en rebotes (42-53), y en 46-22, van decididamente a por la tercera plaza del Oeste.

En el último tramo de la noche, el de los partidos del Oeste, los Knicks impidieron que los Lakers volviesen a salir de la zona de playoffs. En Salt Lake City, 20 puntos de J. R. Smith y 19 de Raymond Felton (que dominó el último cuarto, con ocho importantes puntos) frenaron en seco a los Utah Jazz que se las prometían felices con las bajas de Melo Anthony (al que han sacado líquido de la rodilla) y Tyson Chandler. Con 17 puntos de Gordon Hayward y 12 de Paul Millsap, los Jazz tiraron con un lastimoso 38,2 de aciertos (29/76), indigno de plantearse siquiera el playoff. El 83-90 final para los Knicks mantiene a los Jazz novenos del Oeste y lejos de rebasar a unos Lakers que hicieron el ridículo en el US Airways Center de Phoenix: con Kobe Bryant (había que verle la carita…) y Pau Gasol sentados de paisano en el banquillo visitante del US Airways Center, los Suns destrozaron por 99-76 a unos Lakers que jugaban su sexto partido en nueve días. En el último cuarto, los Lakers entraron a tiro (71-66), pero se hundieron tras un parcial matador de 28-10 para los Suns que incluyó 14 puntos de Luis Scola en el último cuarto, el total de su anotación. Con tiritos en suspensión, Scola (que había jugado 14 minutos en los tres partidos anteriores) sacó de zona y de quicio a Dwight Howard (16 puntos, once rebotes). Un triple en carrera del bonaerense dictó el 92-75 a 3:36 del final y sentenció la cuestión, ya decantada por el lamentable 33,3% de los Lakers en tiros de campo: 29/87, con 5/22 en triples.

“Estábamos cansados y ellos tenían más piernas”, coincidieron Steve Nash (19 puntos) y Mike D’Antoni, quien anticipó que todo el ‘staff’ de los Lakers se va a poner a trabajar ‘al máximo’ para que Bryant y Gasol estén de vuelta (‘si es que ellos pueden…’) el viernes ante los Wizards, ya en el Staples Center de Los Angeles. Gasol tiene que pasar hoy mismo una prueba ultrasónica en el pie lesionado, que puede darle el visto bueno definitivo. Howard hizo algunas cosas poco serias ante Hamed Haddadi al que preguntó si medía ‘más de 2,20’… después de recibir un soberbio tapón a manos del pívot iraní de los Suns. “No, estoy en 2,17, pero no es la altura, es que tengo los brazos muy largos”, respondió Haddadi. En fin, y en Nueva Orleans, los Warriors siguen a su ritmo y consolidan su plaza de playoff, la sexta del Oeste, con un correctivo a los Hornets: 72-93. 30 puntos de Stpehen Curry y 20 (con once rebotes) de David Lee lanzaron la escapada de los Warriors, sólo amenazada por 21 puntos y nueve rebotes del ‘hornet’ Ryan Anderson. El joven campeón olímpico Anthony Davis va cada vez mejor y aportó 16 puntos más siete rebotes a la cuenta de los Hornets.