Baloncesto | Euroliga | M. Cantú 76-Real Madrid 70
El Madrid echa de menos a Rudy y pierde ante el Cantú
El Cantú se jugaba la vida y al Madrid, ya clasificado para el Top-16, le iba mucho menos en la pelea. Esa diferencia de necesidad se notó sobre todo bajo los tableros. Los blancos, que aún pueden acabar primeros, acusaron la baja de un ganador nato como Rudy.
La necesidad es un arma poderosa y a veces sirve para derribar obstáculos que parecen infranqueables. De ella tiró ayer el Cantú para vencer a un Real Madrid en teoría superior pero al que le iba mucho menos en la pelea. Los italianos tenían que ganar para seguir aspirando al Top-16 (les hace falta que hoy pierda el Fenerbahçe), mientras que los blancos, ya clasificados, podían asegurar una primera plaza de grupo que, siendo justos, no tiene demasiada trascendencia.
Esa diferencia de motivación se notó, sobre todo, bajo tableros. Eso y la baja de Rudy, ganador nato a quien no le gusta perder ni a las chapas. Draper y Slaughter estuvieron grises y se esperaba un paso al frente de Mirotic que no llegó. Sí lo dieron Carroll, Llull y Reyes, pero no fue suficiente para que el Madrid ganara por fin en casa del Cantú, donde cayeron antes el Fenerbahçe y el Khimki... y casi pierde el Panathinaikos.
El Madrid arrancó gélido. Mal en defensa y peor en ataque (0 de 6 de entrada). Begic, que en el Palacio había atormentado a los italianos, esta vez no se impuso. En un abrir y cerrar de ojos, 13-1 para el Cantú. Pintaba mal la cosa, pero Laso sacó a Reyes y a Sergio Rodríguez, y la vida ya no fue tan fácil para los locales: 0-10, partido igualado (20-20). Carroll, con una bombita y un par de triples, mantuvo al Madrid hasta que el Cantú volvió a volar a lomos de Markoishvili, que acaparó juego como base en ausencia de Aradori y se hinchó a provocar faltas y meter puntos (23). Gracias a la bravura de Llull, los de Pablo Laso se fueron al descanso sólo siete abajo (42-35).
Incompleto.
Después llegó el habitual apretón madridista, pero fue un quiero y no puedo por culpa de los rebotes. Hasta 15 en ataque capturó el Cantú para un total de 45, por 30 de los blancos. Y eso que otro parcial de 0-10 les había puesto por delante a diez minutos del final (55-56). Un triple de Tabu y otro de Leunen cuando parecía que la magia de Carroll le daría otro triunfo al Madrid, sellaron la victoria italiana. No pasa nada, pero a un gran equipo perder siempre le escuece.