El Madrid tira de galones

euroliga | union olimpija 76 - real madrid 89

El Madrid tira de galones

El Madrid tira de galones

El Real Madrid manda siempre ante un voluntarioso Olimpia que se mantuvo en el partido hasta casi el final. El equipo de Laso tira de jerarquía y cierra la primera vuelta como líder.

Jerarquía y galones. El Real Madrid ha jugado partidos mucho mejores en lo que va de temporada. Y los jugará, un montón de ellos. En Liubliana alternó minutos magnéticos, en su estilo abrasivo, con otros en los que pareció un turista despistado en un país en el que baloncesto es mucho más que una palabra de diez letras. Pero nunca pareció peligrar el triunfo, siempre dio la sensación de que tenía una marcha más, un registro extra y una recámara llena de balas ante cualquier eventualidad, que las hubo porque Olimpija defendió con todo lo que tiene, que no es mucho, sus penúltimas opciones de ser relevante en un grupo que le queda grande. Un grupo en el que mientras el Real Madrid hacía los deberes el Khimki asaltaba Atenas, 24 horas después de que el Fenerbahçe se diera una costalada tremenda en Cantú. Un grupo duro, y bonito, que el Real Madrid lidera tras una primera vuelta que cierra en 4-1 y con nota alta. De lo que se rescató ante Panathinaikos y se perdió en Atenas a la exhibición de Estambul.

En Eslovenia, ese minúsculo pero inagotable fabricante de talento baloncestístico, el Real Madrid ganó porque tiene más calidad y más profundidad. Alternó hachazos y siestas y dejó que un partido controlado por sensaciones llegara en 76-82 a los últimos 100 segundos pero sentenció con un parcial de 0-7 final. Así fue siempre: deberes de estudiante remolón para el Real Madrid, un ejercicio de honesta frustración para el Olimpija, que sobrevivió al 0-9 inicial (10-9 visto y no visto), al 31-46 con el descanso a las puertas (53-59 en el ocaso del tercer cuarto) o al 63-73 del minuto 31. Malvivió en el partido y acabó descarrilado porque concedió demasiadas segundas opciones al Real Madrid (27-35 el rebote) y no pudo cohesionar sus virtudes: cuando los interiores (Baynes, Page) hacían daño, el juego exterior era transparente. Cuando llegaron cinco triples casi seguidos al final, los pívots mandaron menos. La promesa de Blazic, el músculo de Baynes o el talento de Dylan Page fueron una molestia para el Real Madrid: nada más. La clase de Prepelic apareció tarde y mal y Waters se quedó a oscuras en la dirección. Y Olimpia perdió, cuando quiso correr más que el Real Madrid y cuando quiso estirar como chicle sus posesiones.

El Real Madrid siempre acaba anotando mucho y siempre acaba arañando su cuota triples. Perdió 13 balones pero dio 19 asistencias y rozó el 70% en tiros de dos. Más que suficiente. Las constantes vitales más estables las puso Felipe Reyes (16+7) en un partido en versión de Guadiana de muchos jugadores. Pese a las luces y sombras acabaron sumando Rudy (18 puntos, 4 pérdidas), Carroll (14, 1/4 en triples) o Mirotic (13 puntos, 2 tapones recibidos) pero pasaron de puntillas, en un día de rotaciones largas, Draper, Slaughter o un Begic en regresión. Llull gobernó el galope tendido en el que se jugó el primer cuarto y dejó después la dirección en manos de un Sergio fundamental en los mejores ataques en estático del Real Madrid. Sus seis asistencias pesaron más que sus 4 partidos y así fue el día del Real Madrid: sus aciertos tuvieron más impacto que sus errores. Por profundidad, por talento y por jerarquía. Y así ganó un partido que no quizá no fue sobraliente pero que cierra una primera vuelta que sí lo ha sido.