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Liga ACB | Real Madrid 74-Gran Canaria 73

El corazón de Llull y de Reyes rescata al Madrid

El Real Madrid, en plena batalla por la Final Four, no se jugaba nada; pero una derrota ante el Gran Canaria 2014 le hubiera hecho mucho daño. Remontó doce puntos en la segunda parte con Llull de estilete. Con el 74-73 final los árbitros se tragaron una falta de Reyes a Nelson.

<b>PERSONAL CLARA. </b>Reyes entorpeció el último intento de entrada de Nelson al golpear el brazo izquierdo del norteamericano.
PERSONAL CLARA. Reyes entorpeció el último intento de entrada de Nelson al golpear el brazo izquierdo del norteamericano.felipe sevillano

Una espectacular entrada de Llull y una clara falta no pitada de Reyes a Nelson, en el último ataque del Granca, dieron el triunfo al Madrid sobre la campana. Partido incómodo e intrascendente para los de Molin, pero que debían ganar por su salud mental y la de sus aficionados, frente a un rival que llegaba pletórico (cuatro triunfos seguidos). Al poco de empezar, ya se había liado: pitos, sobre todo a Tucker. Molin, con un ojo en la Euroliga, había optado por racionar los minutos a los imprescindibles y el equipo se descomponía. "Los dos primeros cuartos fueron una vergüenza", diría luego el italiano.

El Gran Canaria tocó su máxima renta (16-28) y un poco después sumaba siete triples (de once intentos) firmados por seis jugadores diferentes. De ahí al descanso perdió fuelle y erró cinco dianas, pero estaba en el partido, no como el Madrid. La última acción de la primera parte lo resume todo: Moran lucha ante la pasividad blanca por un balón que se iba por la línea de fondo y asiste a Carroll, que la clava con el tablero en rojo. Ese rechace era el número 22 del Granca, por sólo 14 del Madrid (ninguno ofensivo). Poco más que añadir.

En la reanudación la renta volvió a estirarse hasta los 12 tantos (37-49). Tras un tiempo muerto los locales recurrieron al Llullsistema y el menorquín encadenó seis puntos. El Gran Canaria daba, pero no rompía, y, pese a aguantar arriba (52-57), el Madrid andaba ya en la pomada. Con Tucker ahora aplaudido y con Reyes haciendo pupa, forzando trece tiros libres. Aparecía entonces Carroll tras cuatro tapones recibidos pero el final ya es historia. Llull y la falta no pitada.