Euroliga | Efes PIlsen 60-Real Madrid 77
El Madrid tira la puerta para meterse en cuartos
Los de Messina ya tenían tras la pasada jornada pie y medio en los cuartos, pero ayer lograron la clasificación matemática. Quizá eso sea lo de menos, ya que por primera vez en la Euroliga el Madrid puede cerrar el Top-16 como líder de grupo. Condición casi obligada para volver a la Final Four.
Zarpazo del Madrid en tiempos revueltos, cuatro días después de perder la final de Copa. Triunfo de un mérito y de un valor enormes, que más allá de clasificarle matemáticamente para el playoff de cuartos de final, casi le garantiza la primera plaza del grupo. Esa que es clave para acceder a la Final Four (en el 87% de las veces), el gran objetivo blanco de la temporada, de la actual y de las últimas, tras 15 años viéndola por la tele.
Y no fue un duelo de alto voltaje y nervios, como preveíamos tras el desgaste copero y el triunfo agónico en la ida. Qué va, el Madrid llegó al Sinan Erdem y derribó la puerta de una patada. Al descanso había enmudecido a los más de catorce mil aficionados que poblaban la grada. Los hinchas turcos fueron a una fiesta y volvieron de un funeral, con el pase en serio peligro. Los de Messina, en cambio, se dieron un homenaje. Fortísima defensa y hechuras de equipo grande, de Final Four.
Todo arrancó con Rakocevic vestido de calle por lesión; la primera en la frente. Al Real Madrid le vimos magnífico desde el salto inicial, buscando mucho a Tomic al poste bajo, aunque al final del primer cuarto (12-13) la sensación era de oportunidad perdida, de que el juego daba para eso y diez puntos más. Lo veíamos con prejuicios, imaginando antes de tiempo un desenlace a cara de perro, con el público colgado de los árbitros. Ni parecido. La brecha empezó a abrirse en el segundo cuarto, en el que Velickovic y Begic empezaron a la vez. El nuevo (2,16 m) estuvo poco más de tres minutos en pista -volvería al final-, y entusiasmó con dos grandes movimientos: una canasta al poste y un dos más uno. Aplastante dominio bajo los aros, aunque fue un triple tras un rectificado acrobático de Llull con la bocina del descanso el que tocó de muerte al Efes: 24-35. Perasovic se quería comer a sus jugadores... se le adelantó el rival.
La defensa blanca se mantuvo pétrea y Llull puso el cierre a su bache en los últimos partidos con cinco triples. Reyes aportó y Sergio, también. Partido redondo, con una renta máxima de 22 puntos. Sobró el periodo final.
Ahora, el Madrid será primero aunque pierda los dos partidos que restan, salvo que el Siena gane al Efes y venza en la Caja Mágica por más de diez puntos en la última jornada.