Ricky Rubio califica de "emotiva" y "triste" su vuelta a Badalona

El jugador del Regal Barcelona Ricky Rubio ha calificado de "emotiva" su vuelta a Badalona con la camiseta azulgrana, aunque también se sintió "triste" por la reacción de su antigua afición. "Ha sido algo especial y emotivo volver a Badalona, pero ya pasó", fue lo primero que dijo el jugador.

Seguidamente, Rubio afirmaba haber tenido "sensaciones tristes" por la actitud hostil del público de Badalona aunque, destacó: "conozco a los que me quieren y esos hoy no me han fallado". Comparando el ambiente de hoy en Badalona con el que se encontró el pasado miércoles en Belgrado, el base azulgrana aseguró: "personalmente, el de Badalona ha sido más duro para mí, pero creo que es más hostil el que vivimos frente al Partizán".

Rubio no olvidará nunca el partido número 150 entre DKV Joventut y Regal Barcelona. "Por supuesto que recordaré siempre este partido. Reencontrarme con el personal del club o con amigos como Josep Franch o Pere Tomás", señaló el jugador. De todo lo vivido el día de su vuelta a Badalona, el jugador se queda con "saber jugar con la presión que había y los buenos momentos que he recordado. El ambiente estaba movido pero dentro de la pista te olvidas de todo".

Rubio tuvo palabras de respeto hacia aquellas personas que con gritos o pancartas mostraron el descontento por su marcha al Regal Barcelona: "están en su derecho. Ellos tienen su opinión de como fueron las cosas y yo tengo la mía. Y hay que respetarlas".

La afición verdinegra no perdona a Rubio su marcha al Barcelona

Como era de esperar, la afición del DKV Joventut no perdona a Ricky Rubio su marcha el pasado verano al Regal Barcelona, a pesar de los 3,7 millones de euros que dejó su traspaso en las sufridas arcas verdinegras.

Se repitió la historia que anteriormente vivieron José Antonio Montero, Andrés Jiménez, Raúl López o Álex Mumbrú, a los que los aficionados no perdonaron en su momento que ficharan por el eterno rival, algunos, o por el Real Madrid, otros.

La vuelta a Badalona del base formado en la cantera verdinegra hizo que el pabellón se llenara con 11.121 aficionados que mostraron su hostilidad hacia el jugador desde que apareció para realizar el precalentamiento.

El base verdinegro demostró estar hecho de una pasta especial cuando no dudó en quedarse solo en el parqué en el precalentamiento lanzando a canasta desde unos nueve metros ante el abucheo de los aficionados locales.

Rubio no metió ni uno de esos lejanos lanzamientos pero acabó la serie con un mate lleno de rabia antes de emprender el camino de los vestuarios para recibir la última charla de Xavi Pascual.

La ocasión dio pie a pancartas ingeniosas: ''Ricky el rico ya no es perico'', en referencia a las preferencias futbolísticas del jugador por el Espanyol, del que es socio, como también lo es del FC Barcelona, al igual que todos los jugadores azulgranas. La familia del jugador también fue objeto de burla de los aficionados verdinegros: ''Las abuelas los crían, y las madres los venden''. Y, como no, la tradicional referencia bíblica: ''Ricky, Judas''.

No todas las pancartas fueron contra el jugador. Detrás de la canasta donde hizo la rueda de calentamiento unos aficionados desplegaron una en la que se leía ''Ricky, siempre verdinegro''. Y no faltó el adjetivo tan manido en estas ocasiones en las que un jugador abandona un club para irse a jugar, en este caso, por una cantidad de dinero bastante superior. ''Pesetero, pesetero'', gritó el Palau Olímpic cuando Rubio saltó a la pista en el quinteto inicial.

El apellido del jugador no dio para hacer la rima que en la década de los 90 se hizo con José Antonio Montero, otro de los bases salidos de la cantera del Joventut de Badalona a los que nunca se le perdonó su fichaje por el eterno rival.

Rubio no tuvo un buen inicio de partido. Tras anotar un triple cometió rápidamente su segundo personal y tuvo que ver buena parte del partido en el banquillo. Reapareció en el último cuarto para protagonizar un bonito duelo con la nueva perla de la cantera del DKV Joventut, Josep Franch. "Es un jugadorazo", dijo el azulgrana tras la conclusión.

En esos últimos minutos, sin la presión del marcador, sacó su mejor repertorio de asistencias, como una que dio a Fran Vazquez en los instantes finales que provocó algún grito de admiración entre la afición.

Rubio tuvo que aguantar un rato más los abucheos del público cuando se acabó el partido al tener que atender a las cadenas de televisión en el centro de la pista que abandonó dirigiéndose a la grada y haciendo aquel gesto con los dedos que popularizó Ronaldinho. La semana más emotiva de Ricky Rubio desde que viste la camiseta azulgrana concluyó con alivio y con un triunfo para el jugador de El Masnou: "ya pasó" dijo tras la ducha.