Es difícil parar un fútbol tan salvaje como el de Vinicius. Esa condición indómita la tienen muy pocos futbolistas ahora mismo y es un privilegio que la exhiba en nuestra Liga.
Lo que parecía una solución de urgencia tras la espantá de Zidane se ha ido convirtiendo en un complemento perfecto para la entidad.
El natural bajón de Benzema ha dejado al equipo sin filo, con un claro déficit de remate y de peligro en el área rival. El plan del Madrid para el mercado de verano debe tener una prioridad.
A sus 33 años ofrece una experiencia competitiva de la que carecen muchos. Las ha visto de todos los colores y sabe cuándo hay que ir con pierna fuerte para marcar territorio
Si Karim funciona a un nivel alto, hay victorias; si no está bien, el equipo se atasca.
Cuando Rodrygo no está, al equipo le faltan algunos recursos en ataque que sólo él parece aportar.
Hay que poner en valor cómo el equipo se sobrepuso a un comienzo catastrófico, porque encajar dos goles en Anfield en un cuarto de hora puede arrasar a cualquiera.
El Madrid volverá a la competición de verdad para comprobar si el asueto marroquí ha sido beneficioso para un equipo que estaba en horas difíciles.
Cualquiera que estuviera viendo el partido pudo advertir que Maffeo salió desde el inicio a mortificar y acosar al brasileño.
El utrerano parece haber encontrado la confianza que le ha faltado las últimas temporadas, donde los entrenadores le dieron menos minutos de los que quizá merecía.
Ancelotti se dio cuenta de que el equipo necesitaba energía para espabilar y la solución estaba en meter gente con vigor: Camavinga, Ceballos y Nacho.
El trastazo de la Supercopa no lo es tanto por la derrota ante el Barça, sino por haber constatado las malas sensaciones que venía transmitiendo el Madrid.
Indudablemente Ancelotti va a tener que buscar soluciones y recambios, más ahora con las lesiones de Alaba y Tchouameni.
Al menor contratiempo, los suplentes madridistas bajan los brazos como si no tuvieran nada que ganar.
La intensa vuelta a la competición que tiene a la vista el Madrid ha puesto con las orejas tiesas al cuerpo técnico y a los médicos del equipo...
Un jugador de la categoría del croata no puede seguir por gratitud. Su continuidad debe estar ligada a su importancia en el juego y a su contribución al crecimiento del equipo.
El Chelsea, el PSG o el Barça han enviado delegaciones y han apostado fuerte, en lo económico y en lo familiar, pero el Madrid tiene ventaja.
Lo que predomina con Eden es la indiferencia, el desdén, la frialdad
La salida de Casemiro aceleró su exposición y acortó el tiempo de adaptación que todo joven necesita para hacerse un hueco en una plantilla de máximo nivel.
La nueva lesión del francés reaviva una vez más la inquietud por la excesiva carga de responsabilidad que tiene en el Madrid.
De esta innegable campaña de acoso y derribo, los principales responsables son los árbitros, capaces de permitir una agresión y luego expulsar por un leve pisotón involuntario.
Nunca antes se había jaleado públicamente una denuncia y sanción como se ha reclamado para Ancelotti.
Cuando un equipo está lleno de no habituales se corre el riesgo de que la flaqueza de alguno se contagie el resto.
Con todos los respetos para el estilo preferido de Simeone, tan lícito y digno como otro cualquiera, tildar de “cholista” el juego de este Real Madrid es una estupidez.
Aquella foto de Laporta y sus ejecutivos celebrando con Xavi en el césped del Bernabéu que se quiso vender como un cambio de tendencia o el final de una crisis galopante fue solo humo.
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