El francés es un futbolista que se inscribe dentro de la modernidad del fútbol, esa que pide verticalidad, transiciones rápidas para romper las líneas.
¿Se puede ser tan seguidor de un entrenador como de un jugador? Creo que sí. De hecho estoy seguro. Y voy intentar explicar el porqué yo soy de Ancelotti y no de Guardiola.
Resulta ridículo, como mucha gente afirma con la voluntad de explicar lo que en realidad es incapaz de entender.
Imaginarse a Mbappé pisar cada domingo los estadios de España aportará un viento de frescura y confianza que no tiene precio. Todos atacan al Madrid, pero el Madrid les está salvando el trasero.
Bellingham es la única gran estrella que queda en nuestro campeonato y parece que van a por él, como dejó caer Ancelotti. Querido Kylian, mira lo que te espera la temporada que viene.
El miércoles por la noche, contra el Leipzig, se oyeron muchísimos pitos. Algo que me molestó. Los aficionados deben apoyar a su club, así de claro.
Me costó entenderlo al principio. Porque pensaba que un país debía, naturalmente, sentirse orgulloso al constatar que un club suyo es la referencia mundial del fútbol.
¿Por qué con las largas bajas del mejor portero del mundo y de dos centrales de renombres presenta el Madrid un balance defensivo tan excepcional?
Eso significa que el delantero español ha conquistado, sin hacer ruido, un estatus privilegiado en el Madrid.
Creo que todo el mundo es capaz de entender que Kylian Mbappé no quiera dejar pasar esta oportunidad que le brinda el destino.
Comprendo esta explosión informativa. Mbappé va a vestir la camiseta blanca, pero hasta este momento, la vida del Madrid y de sus aficionados no debe ser la espera de la llegada de Kylian.
Dentro de unos días, el club parisino y el jugador anunciarán oficialmente el fin de una aventura común de siete años...
El equipo blanco tiene la Liga en el bolsillo sin casi oposición. Ahora es Europa la prueba de fuego.
El destino ha querido sembrar numerosos pesares en el camino de Ancelotti y sus jugadores.
A una leyenda como es, Modric, el Balón de Oro croata, no se le hace calentar en la banda si no va a entrar en el terreno juego. Así de lógico.
Me encanta verle porque cada vez que coge la pelota, lanza una promesa.
Siento vergüenza cuando me toca juzgar a un profesional. Sin embargo, no puedo resistirme a escribir esta frase horriblemente definitiva: Tchouameni no ha nacido para jugar en el Madrid.
El Real Madrid no puede pelear por todo como se pensaba a final del pasado verano. Ganar la Liga (después de la Supercopa de España) y nada más, ya sería un gran éxito.
Mejorar este aspecto y disculparse me parece estupendo, pero pedir perdón por hacer muchos regates no es nada necesario. Incluso es contraproducente.
El Barcelona sabe aprovechar cualquier rayo de sol, por muy pequeño que sea, para proclamar que ha llegado la primavera y decretar que el verano será estupendo.
Que el Madrid vaya a enfrentarse al Atlético tres veces en tres competiciones diferentes es una maravillosa oportunidad de volver a dominar claramente al eterno vecino.
Lo vimos contra el Mallorca: el francés está mucho más centrado, se deja de florituras y va a lo más importante.
Mbappé demuestra que no ha evolucionado en su reflexión y eso le aleja cada más del Real Madrid.
a renovación del contrato de Carlo Ancelotti hasta junio del 2026 es lo mejor que le podía pasar al club.
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