CON YARDAS Y A LO LOCO

A lo Rubén Blades

"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida” cantaba Rubén Blades ya hace unos cuantos años

"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida" cantaba Rubén Blades ya hace unos cuantos años. Quizás no conociese lo que es la NFL o quizás sí, pero a buen seguro que si la viese al menos una temporada cambiaría esta estrofa por "la NFL te da sorpresas, sorpresas te da la NFL". Y es que la National Football League en su empeño de ser la mejor competición deportiva habida y por haber, brindó una jornada llena de sorpresas, de pequeños bocados para abrir el apetito de todo lo maravilloso que se viene.

Todo amante de la NFL sabía que en el Jacksonville Jaguars-Houston Texans iba a haber un equipo que oliese como cierto antro de la noche madrileña situado en los bajos de Nuevos Ministerios y cuyo nombre es noche pero en francés. Sin embargo, nadie podía esperar que fueran los Jaguars de Trevor Lawrence, alias 'Solete' (vean 'Remember the titans'). El equipo de la primera selección del draft de 2021 fue vapuleado por unos Texans que muchos daban como un equipo de 0-17, es decir, de ganar lo mismo que nada. Con una defensa más que peleona y un ataque que jugó con la misma presión que él que no se sabe ni el nombre de la asignatura de la cual se examina, los de Houston se pusieron disfrutones y evidenciaron que en este bendito deporte no se puede infravalorar a ningún equipo, ni con Tyrod Taylor de quaterback.

La segunda sorpresa que captó mi atención fue el buen nivel mostrado por los Eagles en su victoria en Atlanta. Descarados en ataque, agresivos en defensa y con una dupla Hurts-Sanders de fuegos artificiales, los de la NFC este sometieron a unos Atlanta Falcons que van a sufrir en defensa como divertirse en ataque. O lo que es lo mismo, cubrirse la cabeza para destaparse los pies. Volviendo al mariscal de los de Philadelphia, me sorprendió gratamente el nivel mostrado y es que sabíamos que de 'testículina' iba sobrado, pero su nivel de football estuvo casi a la par. Y eso es mucho decir.

Fiel a mi tendencia de dejar lo más desagradable para el final, he de hablar del espantoso y ridículo partido que firmaron los Packers ante los Saints. Sin embargo, no se puede quitar ni un ápice de mérito al partido de los de New Orleans. Winston debe haber bebido de la misma pócima que el histórico Brees porque dónde el ahora quaterback de los Saints ponía intercepciones groseras, ahora pone pases de touchdowns. Cinco, ni más ni menos. Pero vayamos al jugo, a lo que divierte, al 'salseo'. Es el primer partido, quedan 16 pero la imagen que dieron los de Green Bay y Rodgers, en particular, rozó lo dantesco. Falta de profesionalidad, dejadez y, lo que viene a ser, dar pena. Si Rodgers y Adams quieren firmar su propio documental de 'The Last Dance', seguro que el sendero por el que anduvieron en Florida, tierra maldita para el doce quesero, no es el camino.