AS COLOR
PortadAS
La Liga espera volver porque todo el mundo lo desea. Aunque Alfredo Matilla avisa de que también hay miedo. Las previsiones alertan que el parón y la carga de un calendario tan comprimido harán que las lesiones se multipliquen por seis. Y a los futbolistas les asusta confinarse de nuevo en las concentraciones que se planean. Yo tampoco cambiaría sus casas por recluirme en una ciudad deportiva. No vaya a ser que un buen día, antes de un partido, tengan una mala noche. No vaya a ser que necesitemos la psicología deportiva.
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James y Bale repetirán escaparate este verano. Y hay ofertas que no resisten a una segunda vez. Dos futbolistas con aura de leyenda que podrían salir por la puerta trasera. Sergio Gómez recuerda las imágenes que dejará Bale y lastima el caso de James con un duelo especial. Sentenció que el colombiano sería uno de los mejores jugadores de la historia del Madrid. Y quizás lo fue. Pero hay veces que las circunstancias le arrebatan su destino a la calidad.
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La portada del domingo es especial. Porque Fernando Carro y su pareja, Clara Viñarás, simbolizan la vuelta del deporte a sus entrenamientos. Un plusmarquista de la talla de Carro está acostumbrado a que le pongan obstáculos. A sus 28 años vive el mejor momento de su carrera y compara la extrañeza de este mes y medio con una lesión pesada. Reconoce que al principio de echar a correr se sintió como un pato, pero no sería de los más raros. Hay algunos que salieron a correr en camisa.
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Los lunes son un día ideal para empezar todos unidos. La iniciativa se la debemos a Pau Gasol y a Rafa Nadal, que junto a Cruz Roja se lanzaron a luchar contra este virus, con la ayuda de los periódicos. El resto de la portada lleva la firma de Lina Smith, que recogió con su dibujo todo lo esencial: la esperanza que pintan en sus ventanas los niños, y la importancia de seguir todos juntos, cada uno en lo suyo.
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El Madrid es el equipo que más ha repartido sus genes por toda Europa. Hasta 83 futbolistas formados en la Fábrica juegan en Primera; la mitad fuera de España. Algunos podrían haber triunfado en casa, pero solo hay una oportunidad para la primera impresión. Iván Cordovilla guarda en su memoria aquel Castilla de Carvajal y lamenta los casos de Sarabia y Jesé. Compañeros y rivales de su etapa en la cantera blanca comentan que Jesé fue el compañero que más les impresionó, y Sarabia el rival que sabían que iba a triunfar.
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Hay sentimientos que no avisan. El miércoles me desperté llorando porque Robinson había muerto. Me pareció exagerado porque nunca le conocí, ni siquiera le vi. Pero lo pensé y volví a llorar. Perder a Robinson fue como quedarse sin una parte de tu salón. Se enamoró de España, de su paisaje y de su paisanaje. Nosotros nos enamoramos de él, de su ingenio, su alegría y su naturalidad.
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Los futbolistas tienen tantas ganas de volver que ya aceptan que sea a puerta cerrada. Y es que no hay nada más lleno de ausencia que un estadio vacío. Marcelo es uno de los pocos a los que les ha sentado bien la cuarentena; quiere al Madrid y le hemos visto brillar en los partidos repetidos. Voleando en el Allianz y decorando con sutilezas cada rincón de su carril. También queda algo de nostalgia: el fútbol es esperar la primavera. Y nos la han quitado.
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