El Madrid convocó a su público para el Clásico, pero sobre todo invitó a Cristiano Ronaldo. Era la última esperanza para recuperar el gol, con su Cid Campeador sembrando el pánico desde el palco. Vinicius dio ejemplo: aprovechó sus defectos y marcó de rebote. Mariano tiene algo mejor que el tanto: está hermanado con el madridismo. El gol no es un juego de equipo, por eso estaba penalizando así a los blancos.