EL BALCÓN DEL ÁREA
Massimiliano Allegri ha callado muchas voces
Nunca se le menciona. La gente enumera a Pep Guardiola, José Mourinho, Diego Pablo Simeone, Joachim Löw, Jurgen Klopp, Arsene Wenger, Carlo Ancelotti, Antonio Conte, Jupp Heycnkes... como los entrenadores top. Ni siquiera se le nombra junto al técnico de moda de turno pero Massimiliano Allegri es el entrenador de la Juventus y principal culpable de que la Vecchia Signora haya jugado dos finales de Champions en tres temporadas. Dos derrotas, eso sí, que alargan su leyenda negra de finales perdidas del torneo continental, y van siete.
Ahora se interpone de nuevo en el camino del Real Madrid. O el conjunto blanco en el del técnico italiano, según se mire. Lo cierto es que desde que Allegri llegara al equipo bianconeri, en el verano de 2014, no ha habido edición de la Champions que no haya tenido que jugársela con los españoles. Ya sea en fase de grupos, cuartos, semifinales o final. Da igual. Atlético, Barcelona, Real Madrid o Sevilla han jugado contra su Juventus con resultados diversos. Empates, victorias por la mínima, goleadas a favor y en contra, eliminaciones y títulos. Pero parece que a nadie le importe.
Llegó a la Juve, vio que la base de Conte funcionaba y actuó inteligentemente...
La consideración que se tiene de Allegri fuera de Italia es más bien sombría por no decir que casi nula. No la mejora que no haya entrenado fuera del país transalpino. A veces parece taciturno en la banda. Otras temperamental, al estilo italiano, o apocado dando órdenes. Nada del carisma de su antecesor en la Juventus Antonio Conte, lejos de la mano dura de Fabio Capello, del tono conciliador de Carlo Ancelotti, no es tan lenguaraz como Trapattoni o de entrañable figura como Marcelo Lippi. Allegri es como es. Especial, como los jugadores que busca entrenar. Como él mismo dice: "Un loco de la cabeza", que un día dejó a su novia plantada en el altar. Por rictus y 'percha' pasaría perfectamente por una estatua del Foro romano. No hace honor a su apellido (Allegri: se podría traducir como 'alegre' en castellano). El técnico, nacido en Livorno, pertenece a una peculiar estirpe de entrenador italiano. Destaca por su inteligencia táctica y su camaleónico concepto futbolístico. Sus esquemas de juego, las matemáticas como le gusta decir, son innumerables aunque casi siempre con un patrón identitario: tres en el medio. Y una máxima: la disciplina. Herencia del único técnico que le marcó en su modesta carrera, Giovanni Galeone. Un míster de longeva trayectoria pero silenciosa, como él.
Allegri se define como entrenador de instinto. No es de esos que ven incansables sesiones de vídeo. Se adapta a los cambios. Recibido con tomates e insultos cuando aterrizó en la oficinas de la Juventus por llegar del rival Milán. No era digno de la Vecchia Signora, decían. Tampoco era excesivamente conocido para dirigir al Milán y le hizo ganar su último Scudetto en 2011. Con la Juve ha sumado tres ligas consecutivas y va camino de la cuarta. Además, de tres Copas italianas.
"Me gusta que mis jugadores aprendan". Lo suyo es la enseñanza. Si los Pogba, Bonucci, Vidal, Pjanic, Morata, Tévez, Mandzukic, Higuaín... han mostrado su mejor versión a sus órdenes por algo será. No es técnico de cambios drásticos. Llegó a la Juve, vio que la base de Conte funcionaba y actuó inteligentemente retocando lo justo. La Juventus de la temporada pasada ya era más su estilo. Aplica la doctrina del palo y la zanahoria aunque su relación con Bonucci saltó por los aires. Como buen entrenador curtido tiene un borrón: Pirlo. No le dio la bola que demandaba el italiano en el Milán y se marchó a la Juventus. Ya en Turín, rectificó. Le dio el mando de su centro del campo titular en 2015. La línea Pogba-Pirlo-Vidal junto a la dupla Tévez-Morata eliminó al Madrid y se jugó la Champions 2015. En 2017 se adaptó al Khedira-Pjanic y al Mandzukic-Dybala-Higuaín para jugar otra final. Entre medias, un cambio prematuro de Morata en Múnich en 2016 le apartó de la Champions ante el Bayern.
Allegri, apodado el accigua, 'el anchoa'. Tiene en los cuartos frente al Real Madrid su nueva piedra de toque. PSG, Chelsea, Bayern e Italia mirarán de reojo sus decisiones. Tiene contrato con la Juve hasta 2020. La primera entrevista para su futuro trabajo la tendrá que pasar en las oficinas del Santiago Bernabeú. Eliminar al Real Madrid le alzaría al número uno de la agenda de Florentino Pérez en caso de que Zidane no siga en la casa blanca. Y si eso sucede ya es hora de que calle bocas en otras Ligas de Europa. Quién sabe, tal vez nos le encontremos jugando en algún Casino o apostando en carreras de caballos, otras de sus pasiones. Virtudes no le faltan.