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SOCIEDAD

El ‘estafador del amor’ se entrega tras seis meses desaparecido

Albert Cavallé, que seducía y engañaba a mujeres usando diferentes apps de citas, acumula denuncias de más de 20 mujeres y tiene aún varios juicios pendientes.

Actualizado a
El ‘estafador del amor’ se entrega tras seis meses desaparecido
EFE

Seis días después de que una jueza dictara un auto de búsqueda y captura e ingreso en prisión, Albert Cavallé, “el estafador del amor”, se ha presentado de forma voluntaria en la cárcel de Lledoners, Barcelona, donde cumplirá una condena, pronunciada en febrero de este año, de dos años y tres meses por delitos de estafa, hurto y apropiación indebida. La jueza emitió la orden después de que el acusado, que estaba huido de la justicia, no hubiera comparecido a un nuevo juicio por estafa.

Modus operandi

Cavallé ha reconocido ante la Justicia que estafó 68.500 euros a seis mujeres diferentes. A la primera víctima que lo denunció hace ya 7 años se han sumado otra veintena de casos, aunque algunos de ellos no llegaron a juicio o resultaron favorables para Cavallé. El modus operandi de Cavallé consistía en registrarse en aplicaciones de citas como Tinder o Badoo en las que se hacía pasar por un médico, abogado o inversor de prestigio, generalmente con gran solvencia económica. Cuando una víctima caía en su trampa, este empezaba a poner excusas por las que necesitaba efectivo, ya fuera que había tenido un accidente o el congelamiento de una de sus cuentas. Una vez obtenía el dinero, según la investigación policial, Cavallé lo utilizaba para la compra-venta de objetos caros y para su ocio personal: cocaína, alcohol, hoteles de lujo y citas con prostitutas. Cuando la gallina dejaba de dar huevos de oro, Soler desaparecía del corral con la misma prontitud con la que había aparecido.

Largo historial

En declaraciones para El Mundo, su abogado, David Sans, ha confirmado la entrada de Cavallé en prisión, aunque ha dicho desconocer el paradero de su cliente durante los seis meses en los que ha estado desaparecido. Sans, que acompañó a su cliente a la entrada de la cárcel, ha afirmado que “el señor Cavallé siempre mantuvo que lo que la justicia decretara, él lo cumpliría, y una vez preparado para dar el paso, se ha personado voluntariamente a cumplir la pena impuesta”. Sans acumula, eso sí, un largo historial de ausencias a citaciones y vistas judiciales, habiendo sido arrestado hasta tres veces durante 2018 tras diversos “plantones” a la justicia. Cavallé, a pesar de haber salido victorioso de nueve juicios diferentes, también acumulaba siete sentencias condenatorias que, sin embargo, hasta ahora no habían motivado su encarcelamiento.

La entrada en la cárcel no significa el final de su periplo judicial, a la condena de dos años que está cumpliendo ahora se le tienen que sumar aún otras dos condenas firmes. Además, el acusado tiene varios procesos penales en distintas fases procesales. Una de estas causas, aún en fase inicial, es la denuncia de una chica con discapacidad con la que empezó una relación tras conocerse en una web de citas y a la que esta dice haberle entregado todos sus ahorros: 70.000 euros.

Criminal

La figura del Don Juan ha sido siempre muy popular en el imaginario colectivo. El apuesto hombre que utiliza su labia y su atractivo para su propio beneficio, generalmente arruinando, económica y emocionalmente, a toda mujer que se cruza en su camino. “El estafador del amor” llaman a Albert Cavallé, que es un apodo mucho más amable que “el criminal sin escrúpulos”. Muchas víctimas del “estafador del amor” han denunciado amenazas de este cuando intentaban recuperar su dinero, a veces ni siquiera les estafaba, simplemente les robaba. Antes de uno de sus juicios, Cavallé envió un mensaje a una de las afectadas: “Jajajaja. Cateta. Eres peste. Ya los jueces no os creen (...). En la cárcel amigos míos te esperan”. Cavallé decidió no responder ante nadie, ni ante la Justicia, ni ante su mala conciencia, ni ante las mujeres a las que mintió y engañó. Condenado ahora a vivir entre cuatro paredes sordas, por primera vez será él el que hable y no sea respondido.

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