Adiós al horno microondas: el electrodoméstico que pronto podría sustituirlo
Durante décadas fue un imprescindible de la cocina moderna. Hoy, nuevas tecnologías más eficientes y versátiles lo están dejando atrás.
El horno microondas, símbolo de la practicidad y rapidez en la cocina durante más de medio siglo, comienza a perder terreno frente a nuevos dispositivos más eficientes y versátiles. Países como la República Checa ya reflejan una tendencia creciente a sustituirlo por alternativas más modernas, como hornos de convección u ollas multifunción inteligentes.
Aunque en Europa del Este el microondas se popularizó durante los años 90, sus orígenes se remontan a Estados Unidos en 1947, cuando el primer modelo comercial, tan alto como un frigorífico y con un peso de 400 kilos, se vendía por el equivalente a 3.000 dólares. En ese entonces, estaba reservado a restaurantes o servicios móviles de comida.
A partir de los años 60, gracias a innovaciones japonesas, el microondas se hizo más accesible, compacto y apto para el hogar. Desde entonces, su adopción fue imparable. Pero hoy, tras más de 80 años de historia, su papel como rey de la cocina rápida podría estar llegando a su fin.
De innovación revolucionaria a electrodoméstico en retirada
Durante años, el microondas fue blanco de mitos sobre supuestos efectos negativos para la salud, como pérdida de nutrientes o riesgo por radiación. Sin embargo, la ciencia ha dejado claro que las ondas de estos aparatos no son ionizantes, es decir, no alteran el ADN ni generan efectos cancerígenos. Además, la pérdida de nutrientes al calentar en microondas es similar a la de otros métodos comunes como hervir.
Más allá de los mitos, el verdadero motivo de su descenso radica en su limitada funcionalidad y eficiencia. Entre los principales inconvenientes del microondas se encuentran: el calentamientos desigual de los alimentos, resultados poco apetitosos en textura y sabor, e imposibilidad de asar u hornear correctamente.
Además, en un momento en que la eficiencia energética y la versatilidad son prioritarias, los hornos microondas quedan rezagados frente a alternativas que ahorran energía y ofrecen más opciones de cocinado.
En su lugar, muchos hogares están apostando por hornos de convección con ventilación, que calientan de forma homogénea y conservan mejor los sabores, o por ollas inteligentes multifunción, capaces de cocinar a presión, cocer, freír con aire o incluso hornear.
Estas tecnologías aprovechan mejor el calor, permiten una cocción más uniforme y saludable, reducen el consumo eléctrico y ocupan menos espacio al sustituir varios electrodomésticos a la vez.
Si bien es poco probable que los microondas desaparezcan de un día para otro, el cambio en los hábitos de cocina y la disponibilidad de opciones más completas y económicas están marcando el inicio de una transición tecnológica. Para muchos, el microondas comienza a parecer un aparato limitado, destinado únicamente a recalentar.
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