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ACTUALIDAD

Qué hacer si se te ha disparado la hipoteca en la revisión

Ante la subida del Euríbor, y el encarecimiento de los precios, los expertos aconsejan pasarse a una hipoteca a tipo fijo. Los bancos ofrecen la posibilidad de refinanciar la deuda.

Edificios con viviendas, a 6 de agosto de 2022, en Barcelona, Cataluña (España). La vivienda en España ha aumentado su precio un 3,5% en julio comparado con el mismo mes del año pasado y un 1,2% respecto a junio. El metro cuadrado se sitúa en un valor medio de 1.930 euros. Las comunidades que más han incrementado el precio, respecto al año anterior, son: Baleares (8,7%), Madrid (6,5%), Navarra (5,8%) o en la Comunidad Valenciana (5,2%). Por otro lado, las CCAA donde el precio se ha visto reducido son: Castilla y León con (-1,8%), Extremadura (-1,4%), Asturias (-0,8%), Castilla-La Mancha (-0,6%) y Galicia (-0,4%). En este sentido, Madrid y Baleares son las comunidades más caras para vivir, el metro cuadrado se sitúa en una media de 3.320 euros y 3.094 euros, respectivamente.
07 AGOSTO 2022;BARCELONA;CATALUÑA;CONSTRUCCIONES;VIVIENDAS;PRECIOS VIVIENDAS
David Zorrakino / Europa Press
05/08/2022
David Zorrakino Europa Press

La inevitable subida de las hipotecas a tipo variable, como consecuencia de una tendencia al alza del Euríbor y de los precios como consecuencia de la inflación, se producirá tras la próxima revisión de la misma. El pasado mes de agosto, el indicador referencia cerró en un 1,249%.

A esto, se suma que su tasa diaria superó el 2% tras la última subida de tipos del BCE en 75 puntos básicos a principios del mes de septiembre. Esto significa que, para una persona con un préstamo de 150.000 euros a 25 años con un interés de euríbor más 1% y a la que se le aplica el Euríbor del mes de agosto de 2022, tras la revisión la cuota subirá a 654,12 euros. Es decir, pagará de media unos 121,98 euros más al mes y 1.463,76 euros más al año.

Una situación que afectará a casi un 30% de la población española, además de aquellas personas que tengan contratada una hipoteca mixta y que se encuentren en el tramo de hipoteca variable. Por su parte, más del 70% restante que cuenta con una hipoteca a tipo fijo, no se verá perjudicada por la subida del indicador referencia dado que paga siempre la misma cuota.

La primera opción pasa por cerrar nuestra hipoteca y abrir una nueva en la que establezcamos un tipo de interés fijo. Esta opción suele recomendarse si, además de cambiar el tipo de hipoteca, queremos ampliarla. Cancelar la antigua hipoteca puede suponer un coste de hasta el 1% del precio de la misma, a lo que hay que sumar impuestos relacionados con la nueva hipoteca.

Pasarse a un tipo fijo, principal opción recomendada

De este modo, las alternativas para afrontar esta situación complicada para muchas familias se reducen a la posibilidad de pasarse a un tipo fijo, en lugar de continuar con el tipo variable, sin la necesidad de cerrar nuestra hipoteca y abrir una nueva. Se puede hacer de dos maneras, por subrogación, es decir, cuando se cambia el préstamo de entidad financiera, o bien por novación hipotecaria. En este caso, se trata de una operación que puedes usar para modificar las condiciones de tu préstamo después de haberlo contratado.

En ambos casos, se pasa a pagar una mensualidad fija y se deja de pagar la cuota variable que varía en función del Euríbor. Sin embargo, ambos métodos traen consigo cambios en las condiciones del préstamo hipotecario por parte del banco, de modo que puede afectar al tipo de interés, comisiones o requisitos de bonificación, entre otros, según recoge el portal ‘HelpMyCash’.

Refinanciación de la deuda para familias en apuros

Por otro lado, existe la opción de conseguir una refinanciación de la deuda. Algunas entidades bancarias ya ofrecen a sus clientes esta posibilidad, especialmente para aquellas familias en apuros. Un compromiso propio de los bancos que se recoge en el Código de Buenas Prácticas que el sector bancario firmó en 2012, en el que se apostó por la reestructuración de la deuda para las familias más vulnerables.

Dicho compromiso recoge varios derechos. Entre ellos, la garantía de que los bancos no te cobren un interés de demora superior al tipo ordinario más el 2% sobre el capital pendiente, recibir en un plazo máximo de un mes el plan de reestructuración de deuda, y el derecho a la dación en pago, es decir, en el supuesto de que el plan de reestructuración sea inviable, el banco cancela totalmente la deuda a cambio de quedarse con la vivienda.

Para que las entidades bancarias puedan ofrecer este plan de reestructuración, es imprescindible cumplir con estos requisitos. Que se trate de la vivienda habitual, que la cuota del crédito supere un 50% de los ingresos de la familia, y que los ingresos de todos los miembros de la unidad familiar residentes en el hogar no sobrepasen tres veces el indicador IPREM. También se exige haber sufrido una “alteración significativa” de tu situación económica o familiar en los cuatro años anteriores a la solicitud.