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¿Puedo pasar de una hipoteca variable a fija y cuánto me cuesta cambiar?

El aumento del Euribor en los últimos meses ha hecho que muchas personas con una hipoteca de tipo variable se planteen cambiar a una de tipo fijo

Una calculadora sobre un contrato de compraventa de vivienda.
Eduardo Parra - Europa Press - ArchivoEUROPA PRESS

Según la Asociación Hipotecaria Española (AHE), a finales de 2021, nuestro país contaba con 5,5 millones de hipotecas vivas y tres cuartas partes (4,1 millones) tenían un interés variable. Se estima que la mayoría de los préstamos variables (casi el 90%) están vinculados al Euríbor a 12 meses.

Esto significa que, periódicamente, una vez al año, se recalculan las cuotas en función de cómo haya cambiado el índice desde la última revisión. En un contexto como el actual, con el Euribor al alza, muchos hipotecados se plantean pasar su hipoteca de tipo variable a fijo.

El coste de cambiar de una hipoteca variable a fija depende del sistema al que recurramos para hacer la modificación, pero el precio que los bancos cobran por realizar la operación está limitado por la Ley Hipotecaria de 2019. Estos son los tres métodos para cambiar de hipoteca variable a fija y sus costes, según indica Idealista:

Novación de la hipoteca

La novación es la modificación de las condiciones iniciales de la hipoteca que permite renegociar el contrato. Es una de las opciones más recomendables si lo único que queremos es cambiar la hipoteca variable a fija. Tan solo hay que ponerse en contacto con el banco y hacerle saber nuestra intención. El banco estudiará el caso y decidirá llevar a cabo o no los cambios.

Si hacemos el cambio mediante novación, la comisión es del 0,15% durante los tres primeros años de la hipoteca. Cuando finaliza este período, la comisión desaparece.

Subrogación del acreedor

La subrogación del acreedor consiste en cambiar la hipoteca a otro banco, es decir, que la deuda que tenemos con una entidad pase a otra. Este caso suele darse cuando comparamos diferentes hipotecas y encontramos un banco que ofrece mejores condiciones que el nuestro. Con el nuevo banco se definen nuevas condiciones, por lo que se puede pasar sin problema a una hipoteca fija.

La comisión por subrogación del acreedor es la misma que la de la novación: 0,15% durante los tres primeros años y la desaparición de la misma cuando finalizan. Además, se cobra un coste por la tasación de la vivienda, que suele situarse entre los 300 y los 600 euros, dependiendo de la vivienda.

Cancelar la hipoteca y abrir una nueva

También es posible cerrar nuestra hipoteca y abrir una nueva en la que establezcamos un tipo de interés fijo. Esta opción suele recomendarse si, además de cambiar el tipo de hipoteca, queremos ampliarla. Cancelar la antigua hipoteca puede suponer un coste de hasta el 1% del precio de la misma, a lo que hay que sumar impuestos relacionados con la nueva hipoteca.