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¿Por qué la Guardia Suiza se encarga de la seguridad del Papa y qué requisitos se necesitan?

La Guardia Suiza Vaticana es uno de los cuerpos de seguridad más importantes del mundo. Entre sus funciones, se encuentra la protección del Papa.

VATICAN CITY, VATICAN - DECEMBER 25: Vatican Swiss Guards patrol St. Peter's Square during the Christmas Urbi Et Orbi Blessing and the traditional Christmas Day message delivered by Pope Francis from the central loggia of St. Peter's Basilica at The Vatican on December 25, 2022 in Vatican City, Vatican. Looking at our world today, the Pope called on everyone to "see the faces of our Ukrainian brothers and sisters" who are experiencing darkness and cold this year, many faraway from home due to ten months of war devastation and decried today's grave "famine of peace" in other parts of the world of what he termed this "third world war." (Photo by Alessandra Benedetti - Corbis/Corbis via Getty Images)
Alessandra Benedetti - CorbisGetty

La Guardia Suiza Vaticana es uno de los cuerpos de seguridad más famosos e importantes del planeta. Sus uniformes son muy característicos, por lo que es sencillo detectar a los miembros de esta organización, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. Entre sus funciones se encuentran proteger las cuatro puertas del Vaticano y garantizar la seguridad del Papa.

Con el paso de los años, su relevancia ha crecido sobremanera. Cuentan con sus propios ritos, y cada seis de mayo, se produce la entrada de los nuevos miembros de la Guardia Suiza Vaticana. Muchos conocen este cuerpo de seguridad, pero pocos conocen su historia, y, por ende, las condiciones que deben reunir los aspirantes para poder acceder a ella.

Julio II, origen de la Guardia Suiza Vaticana

La Guardia Suiza Vaticana está relacionada con el Papa Julio II. Este cuerpo de seguridad, específicamente creado para proteger al Sumo Pontífice y al Vaticano, fue introducido a principios del siglo XVI. Este jefe de la Iglesia Católica pidió a los nobles de Suiza el envío de soldados que se encargasen de su protección. La buena reputación de estos favoreció esta petición.

En el año 1506 se creó este servicio, que fue compuesto por 150 hombres, mercenarios procedentes del país del centro de Europa. Uno de los momentos más recordados de la Guardia Suiza se remonta al seis de mayo de 1527. En dicha jornada, se enfrentaron a las tropas del rey Carlos V, que saqueó Roma, y que contaba con unos recursos humanos de 6.000 soldados españoles o 10.000 lansquenetes luteranos.

En dicho acontecimiento, las tropas de la Guardia Suiza lucharon frente a la Basílica de San Pedro del Vaticano, llegando a pelear en el interior de la misma. De dicha contienda, sobrevivieron 42 de los 189 guardias que estuvieron presentes en dicha pelea. En ese punto, protegieron al Papa de aquel entonces, Clemente VII, ya que le llevaron a través de un pasillo hasta el Castel Sant’ Angelo, a salvo de las tropas enemigas, que estaban destrozando Roma.

Es por este motivo que cada seis de mayo los nuevos miembros de la Guardia Suiza Vaticana juran su cargo en el Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico de El Vaticano. Se conmemora la gesta realizada por los guardias que perecieron defendiendo al Sumo Pontífice.

Las condiciones para poder ser parte de la Guardia Suiza

Este es otro de los aspectos más interesantes que se deben tener en cuenta. No cualquiera puede formar parte de la Guardia Suiza y proteger tanto al Papa como al Vaticano. En la página web de esta organización se pueden consultar en varios idiomas, como el francés o el italiano, lo que se debe reunir para intentar formar parte de este cuerpo de seguridad, uno de los más importantes del mundo.

Algunas de las condiciones que se deben reunir para formar parte de la Guardia Suiza Vaticana son las siguientes:

  • Medir más de 1,74 metros.
  • Tener una edad comprendida entre los 19 y los 30 años.
  • Ser soltero y ser católico.
  • Tener la nacionalidad suiza.
  • No tener antecedentes penales.
  • Tener un título de instrucción básica en las Fuerzas Armadas de Suiza, además de tener un certificado de buena conducta.
  • Poseer un grado de secundaria o un título profesional.