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POLÍTICA

Los 100 días de Milei

Desde que asumiera la presidencia, la austeridad ha sido su seña de identidad en el ámbito económico. La Ley Ómnibus y el DNU fueron paralizados. El fútbol argentino, en su contra.

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Argentine President Javier Milei attends a ceremony, to pay homage to the victims of the 1992 Israeli embassy bombing, in Buenos Aires, Argentina, March 18, 2024. REUTERS/Agustin Marcarian
Agustin MarcarianREUTERS

Austeridad. Es la palabra que podría definir mejor la política fiscal del presidente de la Argentina, Javier Milei, en sus primeros 100 días al frente del gobierno. El mandatario tomó posesión de su cargo el 10 de diciembre de 2023, tras vencer en la segunda vuelta de las presidenciales al exministro de Economía, Sergio Massa.

Milei llegó al poder con un país afectado, en gran medida, por una galopante inflación interanual, del 142% antes de asumir la presidencia, una fuerte crisis social marcada por un amplio índice de población que vive bajo el umbral de la pobreza (más del 50% a día de hoy), y un déficit fiscal del 6%. Lo primero que hizo, fue reducir el número de ministerios, pasando de 20 en la administración de Alberto Fernández, a nueve en un inicio y a ocho tras la destitución de Guillermo Ferraro, que era ministro de Infraestructura.

Puesto en marcha su Ejecutivo, poco tardaron en llegar las primeras decisiones por parte del Ministerio de Economía liderado por Luis Caputo. Una de ellas, para combatir esa hiperinflación, era la devaluación en un 50% del peso argentino respecto al dólar estadounidense. Las primeras consecuencias de este primer ajuste fue la subida de los precios. Aceite, panificados, harina, arroz, fideos, lácteos y bebidas como la cerveza, el agua o las gaseosas, se vieron afectadas.

Apenas diez días después de ser investido presidente de Argentina, el 20 de diciembre de 2023, Milei se enfrentó a la primera gran protesta en su contra como consecuencia de la devaluación del peso argentino. La respuesta de su Gobierno fue la de poner fin a los piquetes que cortan las calles y que tienen como objetivo bloquear calles. El objetivo era abaratar las exportaciones, aumentar la competitividad de las empresas, provocar la entrada de dólares en el país y atraer el turismo.

Buena parte del fútbol argentino, en su contra

La propuesta del presidente de Argentina de que los clubes puedan convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas sigue coleccionando detractores. El último de ellos, Menotti. Campeón del Mundo como seleccionador de Argentina en 1978 y entrenador de clubes como Barça, Boca Juniors, Atlético de Madrid, River Plate y Peñarol, se mostró en contra de la medida.

“Cuando veo estas luchas por privatizar, me pongo muy mal. ¿Privatizar qué? Me duele mucho. Yo siento realmente un peligro por la profunda desculturización que está sufriendo la Argentina. El fútbol es eso, un hecho cultural”, dijo. Tanto la AFA como los principales clubes del país han mostrado su oposición a este proyecto de Milei.

DNU, su propuesta estrella en lo económico, paralizado

Milei siguió con su plan y lanzó dos planes con reformas que afectasen a los planos económico, financiero, fiscal, administrativo, previsional, tarifario, sanitario y social. Por un lado, el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con el que pretendía implementar una radical transformación de la economía. Compuesto por 366 artículos, incluía la eliminación de numerosas leyes, normativas para desregular y permitir la privatización de empresas públicas.

Buscaba cambiar el marco regulatorio de la medicina prepaga, obras sociales, industria prepaga, empresas farmacéuticas, turismo, registro automotor, clubes de fútbol, ley de tierras y el paquete accionario de Aerolíneas Argentinas. En resumen, el fin último era “desregular” la economía. Con 42 votos en contra, 25 a favor y 4 abstenciones, fue rechazado en el Senado. A eso, se sumó el primer paro general contra su Gobierno. Sindicatos y movimientos sociales realizaron protestas, que se opusieron a las reformas.

La Ley Ómnibus, frenada por la Justicia

Otro de los grandes varapalos de la administración de Milei en sus primeros 100 días fue el freno a su otra medida estrella, el lanzamiento de la Ley Ómnibus. El documento, con más de 664 artículos, contemplaba elevación de penas contra manifestantes, reforma de la educación y derogaciones de leyes como la Ley del Azúcar, la Ley de precio uniforme de venta al público, o la Ley de Defensa de la Competencia.

Recogía también el cierre definitivo del Instituto Nacional del Teatro y del Fondo Nacional de las Artes; así como un ajuste severo a la financiación de organismos culturales como INCAA, el Instituto Nacional de la Música y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares. El proyecto volvió a la Comisión después de que fuesen rechazados los principales artículos de la ley por una mayoría de legisladores en la Cámara de Diputados. Fue rechazado pese a que el Gobierno redujo de 660 a 380 artículos y se excluyeron las propuestas fiscales.

Primer triunfo en lo económico, en marzo

Tres meses después, Milei se anotó su primer triunfo en lo económico después de que Argentina recupera la confianza de los inversores al colocar deuda soberana por un total de 50.400 millones de dólares, es decir, 46.059 millones de euros al cambio.

Además, el Tesoro argentino canjeó el 77% de los títulos de deuda soberana en moneda local que vencían este año. Con esta última operación, lograron despejarse en vencimientos un total de 42,6 billones de pesos argentinos, es decir, un total de 42.600 millones de euros.

También se ha reconducido, en parte, la inflación, que disminuyó en siete puntos el pasado mes. Un logro cosechado apenas tres meses de la llegada de Milei al poder, cuando el dato interanual se encontraba en un 142%. Unos cambios que podrían afectar al acceso a la moneda extranjera, actualmente limitado en el país y que afectaba a los inversores e importadores a la hora de acceder al dólar estadounidense.

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