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ELECCIONES 28M

Lluís Orriols: “Ayuso es menos de lo que pensamos”

El politólogo habla con Diario AS sobre las elecciones del 28M y cómo pueden afectar estas a los próximos comicios nacionales.

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Lluís Orriols: “Ayuso es menos de lo que pensamos”
Fotografía cedida por el entrevistado / Lluís Orriols

La política es esa complejísima ciencia que se convierte en la más sencilla en la última semana de elecciones. Todo partido barre para casa con más brío que nunca para explicarte con la máxima facilidad por qué tu voto tiene que ir aquí o allí. Las encuestas intentan hacer de tráiler del próximo Gobierno y los candidatos se enzarzan televisivamente. Todo este show tiene un efecto en el votante que intenta explicar Lluís Orriols, doctor en ciencia política por la Universidad de Oxford y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, donde también dirige el Máster Universitario en Análisis Político y Electoral. ¿Afectará a las elecciones generales lo que ocurra en este 28M?

La mayoría de indecisos no irá a votar. El efecto Ayuso da un plus, “pero es menos de lo que pensamos”. Habrá una repetición de las elecciones si PP gana y decide ‘echarle un pulso’ a Vox, que cree que querrá entrar en el Gobierno. Orriols explica por qué “la líder de Sumar es mucho más importante que el líder del PSOE” y por qué las expectativas pueden hacer un llamado al “cambio de ciclo” en el Gobierno de España. Todas las fichas están sobre el tablero y es hora de ordenarlas.

En tu libro, Democracia de trincheras, explicas que hay dos tipos de votantes, los fieles a un partido y los que pivotan de uno a otro. ¿Son estos últimos los indecisos?

Hay muchos tipos de indecisos. Hay abstencionistas que dicen que están indecisos pero en realidad no van a ir a votar, y luego están los indecisos que sí que tenían un partido preferido, pero están dudando. Es decir, estos últimos son votantes que están entrando ya en un período de ambivalencia, que eran votantes que podrían ser leales pero que por algún motivo están viendo que su partido no es del todo atractivo como era antes. Uno de los héroes de la democracia es esa persona partidista que entra en ambivalencias y que empieza a dudar. Y en tercer lugar, efectivamente, el indeciso puede ser el votante flotante, que es el que duda entre varios partidos. En la palabra indeciso caben muchos perfiles.

¿En qué se basan para finalmente decidir su voto?

También te digo, sabemos poco de los indecisos. Muy a menudo los indecisos son aquellas personas que están a punto de abandonar el partido y que por algún motivo, ya sea porque el gobierno es impopular, porque hay crisis económica, por lo que sea, están dudando de dejar de votar. Por tanto, las campañas sirven para que los partidos de los que vienen los indecisos acaben activando de nuevo su voto, ganando el voto de nuevo.

En todo caso, la mayoría de indecisos muy probablemente no va a votar. En otras palabras, los indecisos en realidad son abstencionistas, y una porción va a volver a esa preferencia latente que tenía. La mayoría de los que sí votarán van a regresar a esa nave nodriza que abandonaron por incertidumbre. No hay tantos indecisos genuinos en el sentido de ‘dudo entre estos dos partidos’. Sí los hay también, pero muchos indecisos están entre votar a su partido o no votar.

“La mayoría de indecisos muy probablemente no va a votar”

Lluís Orriols

¿Cómo intenta un candidato atraer al indeciso?

Esa es la pregunta que se plantean en gran parte de las estrategias de partidos españoles. Las campañas tienen varias funciones. La primera es afianzar a los suyos, y la segunda es activar a esos indecisos de los que hablamos, que tienen unas preferencias latentes. Por último, buscan atraer a votantes de otros partidos, pero ese es el efecto menor. Las campañas se centran en afianzar los que ya son believers y activar al indeciso. Es decir, el objetivo es recordar a tu votante por qué es tu votante.

Aquí hay una conjunción de dos elementos: por un lado, recordarles cuáles son los elementos, los valores que están detrás de los de los programas electorales que les hacían atractivos, ya sea la libertad, la igualdad, menos impuestos, más seguridad social o más servicios. Por otro, elementos identitarios, de cohesión grupal. Cuando empieza la campaña, te recuerdan que tú eres de tu grupo y no de otro.

“El objetivo [de una campaña] es recordar a tu votante por qué es tu votante”

Lluís Orriols

¿Y qué papel juega el candidato? ¿Es importante que sea un líder, carismático, que atraiga a las masas?

A ver, muchas veces se tiende a exagerar el poder del líder. Hay personas que valoran mucho a un líder y acaba votando al partido, pero en realidad la relación es inversa. Tu votas a ese partido y acabas buscando al líder, es decir, que las valoraciones de los líderes están muy contagiadas por las lealtades partidistas. No es casual que los votantes del Partido Popular consideren a Feijóo más bueno, un candidato más atractivo que Abascal. Si cerráramos los ojos de todo el mundo y les hiciéramos olvidar quiénes eran los líderes, y colocásemos a Abascal al frente del PP y a Feijóo de Vox, nos podríamos encontrar de golpe un cambio sustancial en las percepciones en la valía de cada uno de ellos por el mero hecho de que forman parte de tu tribu. ¿Son importantes los líderes? Sí, pero menos de lo que parece a primera vista.

Dicho esto, los partidos pueden generar distintos tipos de atracciones o vínculos con sus electorados. En los partidos clásicos, los vínculos suelen ser de corte más programática, es decir, vínculos en términos de programa, de políticas, de promesas electorales… Pero en otros contextos, cuando los partidos son más débiles, los vínculos son de corte carismático, es decir, relacionados con el líder. Y es que en las nuevas formaciones políticas sin tradición orgánica, los líderes sí que cobran una mayor importancia. Dicho de otra forma, la líder de Sumar es mucho más importante que el líder del PSOE. El PSOE tiene una tradición orgánica, unos vínculos programáticos que no tiene Sumar.

“La líder de Sumar es mucho más importante que el líder del PSOE. El PSOE tiene una tradición orgánica, unos vínculos programáticos que no tiene Sumar”

Lluís Orriols

Entonces, si se trata del mismo partido y más o menos la misma región, ¿por qué Almeida no consigue los resultados absolutos de Ayuso en Madrid?

Lo primero tenemos que mirar es mantener constante la unidad de análisis, es decir, ver el éxito de Almeida en Madrid capital y el éxito de Ayuso en Madrid capital. Si solo miramos eso, veremos que los diferenciales son menores. Últimamente se suele decir que Ayuso es un fenómeno, pero el fenómeno Ayuso en gran parte es el fenómeno PP, las siglas pesan demasiado. Ayuso da un plus al PP, pero es menos de lo que pensamos, porque ya hubo un PP muy fuerte en la Comunidad de Madrid antes de ella y es probable que siga siendo fuerte después de ella. Madrid ha tenido mayorías absolutas antes de Ayuso.

“Ayuso da un plus al PP, pero es menos de lo que pensamos, porque ya hubo un PP muy fuerte en la Comunidad de Madrid antes de ella”

Lluís Orriols

¿Qué elementos son más importantes a la hora de decantar unas elecciones municipales y unas autonómicas?

En este caso, en el de elecciones concurrentes, hay muchos efectos de contagio. Se reduce la dualidad del voto y la gente acaba siendo más coherente en su voto que si hubiera elecciones separadas, e incluso las personas acaban votando en ambas. No hay prácticamente votantes que vayan a votar y dejen la papeleta de la comunidad o del ayuntamiento vacía, hay pocas personas de estas, porque estás ya ahí y ya te has activado como votante. Por lo tanto, cuando hay elecciones simultáneas acaban contagiándose entre ellas. Sin embargo, suele haber un mayor nivel de contagio de la política a nivel nacional hacia las comunidades autónomas.

¿Y al revés? ¿Pueden estas elecciones autonómicas afectar a las generales?

No necesariamente, pero sí que es verdad que cuando estás en un año electoral, se genera expectativa. Las elecciones que hay antes de las generales generan un efecto de onda expansiva y cambios de expectativa. Mira, ahora mismo hay una enorme incertidumbre de quién va a ganar las elecciones generales. Se presume que el PP ganará en votos pero no está tan claro si podrá gobernar. Esa incertidumbre está en el aire y no hay expectativas claras de quién va a ser el próximo presidente del Gobierno, algo que ayuda mucho al PSOE porque no hay esa sensación de cambio de ciclo, de que el partido no está perdido y que es competitivo.

En caso de que en estas elecciones el PSOE pierda algunas comunidades autónomas, no consiga ganar Barcelona, pierda Sevilla… se puede generar esa sensación de cambio de ciclo político, lo que provoca un efecto de caballo ganador del PP y un fortalecimiento de la posición de Feijóo. En cambio, si el resultado es el contrario, si el PSOE gana en gran parte de las comunidades autónomas, mantiene Sevilla, gana Barcelona y otras capitales de provincia, pues se cortocircuita ese relato. En este caso, las elecciones autonómicas y municipales van a generar unas expectativas muy grandes en los comicios generales.

“Se presume que el PP ganará en votos pero no está tan claro si podrá gobernar”

Lluís Orriols

¿Cuál puede ser un ejemplo en el que no influyesen las autonómicas en las generales?

El de las elecciones de 2011, cuando Zapatero estaba muy desgastado y existía esa sensación de que el PP iba a arrasar en las elecciones autonómicas y locales. En esa ocasión, esos comicios solo fueron la confirmación de lo que ya sabíamos. ¿Tuvo un efecto esto en las elecciones generales? Probablemente no, simplemente la gente ya lo sabía. Pero en esta ocasión, el tono del resultado de estas elecciones va a marcar las expectativas para las generales, va a fijar el clima de opinión.

Por eso el PSOE está obsesionado con nacionalizar estas elecciones, presentando al Consejo de Ministros mil propuestas, sabiendo que esto puede ser muy beneficioso para estas elecciones. Pero está quemando muchos cartuchos para las generales porque la capacidad de asombro que tenemos los ciudadanos es finita. Si me vienes con muchas propuestas claro que generas un impacto y una atracción por hacer políticas sociales, pero si estás así hasta diciembre ya te digo yo que la gente se acaba cansando. El hecho de que haya gastado mucha munición ahora denota claramente que el PSOE sabe que estas elecciones van a generar un efecto de contagio en las generales. Y en el caso del Partido Popular, igual. El hecho de que apueste tan fuerte por Bildu es por lo mismo, porque sabían que nacionalizando las elecciones en torno a esta cuestión, que es altamente nociva para el Partido Socialista, podrían cortocircuitar la campaña.

“El PSOE está obsesionado con nacionalizar estas elecciones [...] sabe que estas elecciones van a generar un efecto de contagio en las generales”

Lluís Orriols

Eso es otro tema. ¿Está el voto más polarizado que nunca?

Muy probablemente sí, al menos con las evidencias que tenemos. Y te diría más, esta polarización está mutando ahora. Es una polarización no tanto de partidos, sino de bloques. Es decir, la sintonía entre los votantes de PP y VOX es mayor ahora, y la sintonía entre PSOE y Podemos también es mayor que hace unos años. Se ha reducido la polarización dentro de cada bloque, pero la sintonía entre los votantes de izquierda y derecha cada vez es menor. Nos estamos haciendo un espacio de dos grandes bloques altamente polarizados donde la gente tiene sintonía entre ellos pero se detestan entre colectivos. Pero es muy interesante cómo algunos candidatos del PP son capaces de arañar votos al PSOE. Por ejemplo, Juanma Moreno se acerca a los dos dígitos (porcentuales), Ayuso ha llegado a acercarse alguna vez a los dos dígitos… Pero al final, las fugas son mínimas. Hay más fugas dentro de los propios bloques.

Da la sensación que, debido a la polarización, no existe ningún partido ‘bisagra’ en España. O estás conmigo o en mi contra.

Absolutamente. Hubo una época en la que Ciudadanos era capaz de jugar a crear mayorías, a veces con el PSOE, otras con el PP, en función de la coyuntura. También había una época en la que los partidos nacionalistas periféricos cumplían esta función, pero en la actualidad ya no es así. Ciudadanos habrá desaparecido del mapa en muchas comunidades autónomas o prácticamente todas. No sé si en el Ayuntamiento de Madrid se mantendrá, pero en la gran parte del territorio va a desaparecer y se quedarán los dos bloques.

Los partidos nacionalistas periféricos van a tener muchas dificultades de ser partidos bisagra porque no van a ser suficientes para que el PP gane por sí solos. Necesitará a Vox, que va a repeler a esos partidos nacionalistas. No son buenos compañeros de viaje. Así que el PP sabe que o hace mayoría con Vox o no ganará, y el PSOE sabe que si la derecha no llega al mínimo no podrán gobernar. Por ello, hablamos de menos incertidumbre

“Hay dos grandes bloques altamente polarizados donde la gente tiene sintonía entre ellos pero se detestan entre colectivos”

Lluís Orriols

Entonces, ¿esa baja incertidumbre qué papel juega?

Eso es malo en muchos aspectos, pero también da mucha previsibilidad a los ciudadanos. Saben de qué va la historia. Antes, durante el primer ciclo de los partidos políticos de Ciudadanos y Podemos, la gente votaba, pero no sabía qué pasaría con su voto. La gente se preguntaba, ‘voto a Podemos, ¿pero va a apoyar al PSOE?’ Pues no apoyó al PSOE. Habia una enorme incertidumbre, y en el fondo, cuando la gente vota, quiere hacerlo pensando en quién va a gobernar. Y cuando eso no está claro, es particularmente negativo para muchos votantes. Pero que haya más previsibilidad también genera problemas: la polarización, la falta de acuerdos, grandes decisiones de los gobiernos inestables porque el próximo Gobierno la puede derogar, etc.

¿Esa falta de acuerdo entre bloques puede producir una repetición de las elecciones?

Bueno, esa previsibilidad nos dice que la probabilidad de repetición electoral es menor, porque ya conocemos los bloques. Es cierto que puede haber bloqueos que propicien la repetición electoral, pero creo que cada vez son menos probables.

En 2019 vimos que el bloqueo no fue porque el PSOE no quisiera a Podemos como socio en una mayoría parlamentaria, sino porque no lo quería en el Gobierno. Entonces, Podemos dijo ‘si no estamos en el Gobierno repetimos elecciones, porque tenemos una fuerza electoral’. Cuando un socio minoritario exige entrar en un gobierno, entra en un gobierno. Y ahora lo mismo va a pasar. Si PP y Vox consiguen mayoría absoluta, Vox puede decir ‘quiero entrar en el gobierno’, y tendrá el derecho a entrar en el gobierno, como pasa en todas las democracias parlamentarias. Pero si el PP se empecina en hacer un pulso, puede propiciar una situación de bloqueo y de repetición electoral. Esto ocurrirá siempre y cuando Vox tenga claro que quiere entrar en el gobierno, porque en el anterior ciclo no lo tenía claro y por eso el pulso lo ganaba el PP. Ahora creo que lo tienen mucho más claro.

¿Veremos esa exigencia de Vox en las municipales o autonómicas?

Vox está en la segunda fase, ha pasado de la irrupción a querer poder, a la consolidación. Eso no lo veremos el 29 pero sí durante las próximas semanas, veremos su capacidad de poner encima de la mesa sus reivindicaciones para tocar poder, y eso nos dará una pista sobre la capacidad de entendimiento entre Vox y PP. ¿Va a haber bloqueo en España? Bueno, si el PP acepta a VOX como socio en los gobiernos, probablemente vamos a tener una llegada a las elecciones generales mucho menos convulsa.