La Guardia Civil incauta el mayor ‘jardín’ de marihuana descubierto hasta el momento
El alijo, de más de 30.000 kg, se convierte en la mayor cantidad de marihuana confiscada a nivel internacional.
La Guardia Civil ha logrado incautar el mayor alijo de marihuana que se ha encontrado hasta este momento. La cantidad descubierta por el dispositivo policial ha sido de 32.720 kg, lo que supone la mayor cantidad de marihuana incautada a nivel internacional.
Según los cálculos llevados a cabo por las fuerzas de seguridad, esta cantidad equivaldría a unas 1.100.000 de plantas. Se trata de una red de narcotráfico compuesta por veinte personas, nueve hombres y once mujeres de entre 20 y 59 años, según apunta NIUS. La organización criminal contaba con sedes en varias ciudades: Toledo, Ciudad Real, Valencia y en algunos puntos de Asturias.
La investigación se inició a raíz de una inspección de la Guardia Civil en Villacañas (Toledo) por varias plantaciones de cáñamo industrial, motivo por el que saltaron las alarmas en el cuerpo policial.
La segunda inspección policial fue en Almagro (Ciudad Real) en octubre, cuando agentes de la UOPJ de Toledo descubrieron 37.000 plantas en cuatro invernaderos, saldándose con tres detenidos. Además, la Guardia Civil también encontró cuatro toneladas almacenadas.
¿Cómo trabajaban?
Toda la mercancía era trasladada a Valencia, donde la Guardia Civil ha logrado confiscar los 30.000 kilos restantes, junto a casi 22.000 plantas en proceso de secado y 231.000 cajetillas de cogollos.
En este mismo lugar, también dieron con la dirección y documentación de varias plantaciones más donde se llevaba a cabo todo el proceso, donde se detuvieron 15 personas. La tercera y última inspección tuvo lugar en Asturias, donde fueron detenidas dos personas junto a otras 4.000 plantas.
La red se encargaba de la producción, distribución y venta del cargamento. Una vez conseguidas las semillas, utilizaban una segunda empresa, para transportarla y sembrarla. Otra empresa era la responsable del cuidado de la marihuana (mantenerla, recolectarla y secarla) y por último, de nuevo la primera empresa adquiría las plantas ya secas y las acumulaba en Valencia.
Desde allí, el resto de ‘empleados’ se encargaba de separar los cogollos y envasarlos para proceder a distribuirlos por toda España y Europa (Suiza, Alemania, Bélgica y Holanda, fundamentalmente).