La edad máxima para pedir una hipoteca en España
Habitualmente, el límite de edad se establece alrededor de los 75 años, aunque ello dependerá exclusivamente de la voluntad de cada banco y de su política al respecto en cada momento.
El Banco de España define ‘hipoteca’ como un préstamo cuyo pago está garantizado por el valor de un inmueble. La edad es, junto con otras variables, un elemento a tener en cuenta por parte de las entidades bancarias a la hora de pedir una hipoteca. No existe una regulación alguna en torno a la edad máxima para pedir una hipoteca, pero las entidades financieras y los bancos sí que establecen un límite de edad, de acuerdo a sus políticas de riesgo.
Normalmente, el límite de edad se establece alrededor de los 75 años, aunque ello dependerá exclusivamente de la voluntad de cada banco y de su política al respecto en cada momento. Este límite aparece estrechamente vinculado con el riesgo en materia de salud y supervivencia asociado a una avanzada edad, que se traduce en un mayor riesgo de impago.
Aspectos a tener en cuenta
Por este motivo, es conveniente tener en mente dos límites diferentes en cuanto al plazo de amortización de tu hipoteca. Por un lado, existe un plazo máximo vinculado a cada tipo de oferta hipotecaria concreta (por ejemplo, las hipotecas a tipo fijo no suelen superar los 25 años, mientras que las hipotecas a tipo variable pueden llegar hasta los 40 años de financiación).
Por otro lado, por mucho que la oferta seleccionada posibilite un máximo de 40 años como plazo genérico de devolución del préstamo, tu edad operará como límite extra, ‘acortando’ este máximo y llevándolo hasta el momento en que se cumplan tus 75 años. Además de constituir un factor de riesgo de impago, la edad del solicitante condiciona, como es lógico, el plazo de amortización de la hipoteca.
Es decir, cuanto más mayor sea el solicitante, menor será el plazo de amortización admitido, y por tanto, mayores serán las cuotas mensuales que se deberán pagar. Asimismo, es posible que los bancos te exijan contratar un seguro de vida, o bien ofrecer el aval a una persona menor de edad que acredite un nivel de ingresos determinado.
Ventajas
No obstante, no todo son riesgos. Y es que en el caso de los solicitantes de edad más avanzada también existen ciertas ventajas como contar con una pensión fija al mes que conlleva estabilidad financiera, según Bankinter. Si además de la pensión pública, existen planes de pensiones privados o el alquiler de una vivienda por la que el solicitante recibe ingresos adicionales, la situación será más favorable.
Aunque cada caso se estudia de manera particular, es conveniente tener en cuenta las recomendaciones del Banco de España a la hora de solicitar un préstamo hipotecario. Estas recomendaciones aconsejan no superar los 30 años como plazo máximo en una hipoteca y evitar destinar más del 35% de nuestros ingresos mensuales a su pago.