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El edificio del ‘premiado’ Chipperfield en Villaverde

La construcción, que albergará 176 viviendas de protección oficial, se puede encontrar en Villaverde y tiene una fachada muy peculiar.

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South-east facade of 'VERONA 203A', a housing building in Villaverde district in Madrid (Spain). Projected by David Chipperfield and completed in 2005.

El estudio David Chipperfield Architects desarrolló entre 2000 y 2004 un proyecto de vivienda social en el distrito de Villaverde, al sur de Madrid, en la calle Berrocal. En la explanada donde antes se sucedían las naves industriales de una fábrica, ahora se levanta un complejo ortogonal ideado por el ganador del Premio Pritzker de Arquitectura 2023 -que equivale al premio Nobel para los arquitectos-. El proyecto, que responde al encargo de la Empresa Municipal de Vivienda de Madrid, forma parte de un programa que persigue la regeneración de construcciones.

¿Cómo es el edificio?

Se trata de una construcción con forma de ‘U’ que se extiende por una superficie de 2.000 metros cuadrados y se eleva hasta ocho plantas. La cubierta es de dos aguas y la crujía de quince metros. En su interior, 176 departamentos de interés social: viviendas de protección oficial que cuentan con una, dos o tres habitaciones.

La construcción es muy particular por diferentes motivos. El primero, el color de la fachada, fabricada en hormigón, y que mezcla tonos variados que van desde el rosa terroso hasta el ‘óxido’ dando una sensación de vibración cromática. A lo largo de la misma se encuentran numerosas ventanas, todas del mismo tamaño y forma; el resultado es un juego a la vista donde el edificio, rotundo y singular, no arroja información sobre el interior al que conducen los cristales. Todo esto, coronado por un tejado simétrico que funde fachada y cubierta, y que completa un ritmo homogéneo en el volumen de las paredes.

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Mismas formas, diferentes sensaciones

Pese a la poca información que ventanas y balcones ofrecen, sí es posible deducir las cajas de escaleras en las partes donde abunda el macizo. Este detalle se mezcla con las distribuciones rompiendo por completo la jerarquía habitual entre estancias. Es imposible saber por el tamaño qué es cocina -normalmente más pequeña- y qué es salón -que acostumbra a ser más grande-, por mucho que desde dentro sí cumpla estas normas cotidianas.

Esto es posible por el espacio intermedio entre terrazas que el arquitecto ha diseñado para que se absorban las posiciones de los ventanales. Así se recibe luz natural y las ventanas, idénticas y con diferentes patrones, confunden al viandante.