NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ACTUALIDAD

Así es “El Padrino” Bola Tinubu, el nuevo presidente de Nigeria

Bola Tinubu fue gobernador de la provincia de Lagos y es conocido en el país por su vasta red de influencias políticas

Bola Ahmed Tinubu thanks his supporters after he was declared winner in Nigeria's presidential election, at the Party's campaign headquarters, in Abuja, Nigeria March 1, 2023.  REUTERS/Marvellous Durowaiye NO RESALES. NO ARCHIVES
STRINGERREUTERS

Nigeria es una de las economías más potentes de África. Emerge con cada vez más fuerza en el panorama internacional gracias al desarrollo exponencial de sus industrias y a su liderazgo en la región. Sin embargo, estos avances no se terminan de cristalizar en la calidad de vida de la población. Las bolsas de pobreza de esta extensa nación son enormes y se extienden a lo largo de todo el territorio. Además, el equilibrio político es extremadamente frágil, y el país vive en continua amenaza por los numerosos golpes de Estado vividos a lo largo del pasado siglo -hasta seis en apenas 25 años-.

La sombra de una cruenta guerra civil, las tensiones territoriales en algunas regiones o el terror del fundamentalismo islámico son solo algunos de los problemas a los que se han tenido que enfrentar los sucesivos gobiernos nigerianos. Un país que, pese a su inmenso potencial para situarse a la cabeza del continente, se ve continuamente lastrado por la inestabilidad que, tristemente, es factor común de todas las naciones de la zona.

Con la ímproba tarea de reconducir la situación siempre en el horizonte, se postularon tres candidatos con opciones reales a las últimas elecciones generales. Atitu Abubakar, liderando las listas del conservador Partido Democrático Popular, principal fuerza de la oposición. Peter Obi, del Partido Laborista, el outsider que ha sido la gran sorpresa al aparecer de la nada y conseguir más de 6 millones de votos. Y, por último, el ganador, Bola Tinubu, del poderoso Congreso de Todos los Progresistas.

Tinubu encarnaba el continuismo. El anterior presidente, Muhammadu Buhari, pertenecía a la misma formación, una amplia plataforma atrapalotodo que tiene un fuerte arraigo en el país. No obstante, ha sido una carrera sensacionalmente reñida. El desgaste del anterior ejecutivo, muy discutido por los sectores más regeneracionistas, hizo mella en la campaña de la nueva cara visible del partido en el poder. Y es que Tinubu, de 70 años, no es precisamente un soplo de aire fresco. Más bien todo lo contrario, pues se le conoce con el sobrenombre de “El Padrino”.

Un hombre poderoso

El ilustrativo mote viene precedido, como casi siempre, de una reputación labrada a lo largo del tiempo. Tinubu fue gobernador de Lagos, que es la ciudad más poblada del país. Durante su periodo en este importante cargo, tejió una nutrida red de influencias que acabó por convertirlo en una de las personas más poderosas del panorama político nigeriano. Él mismo se erige en padre del Lagos moderno, pues según recalcó hasta la saciedad en campaña, subió al poder cuando la región era un nido de pobreza y delincuencia y llevó a cabo una ambiciosa modernización. No obstante, sus detractores sostienen que las reformas emprendidas por su administración fueron superfluas y no atendieron a los grandes problemas estructurales de la zona.

Dejó la gubernatura en 2007, pero no por ello cedió los hilos del poder. A pesar de haber dado un paso a un lado de cara al público, siguió siendo determinante para elegir a sus sucesores, asegurándose de que su legado político quedaba intacto a lo largo de los años. Sin embargo, cansado de la influencia en la sombra, Tinubu ha aprovechado la difícil coyuntura para alzarse con el puesto de más alta responsabilidad en el país africano, el de Presidente de la República Federal.

A pesar de que los sondeos venían siendo bastante más apretados de lo que se esperaba, Tinubu se ha hecho con la victoria con razonable holgura. Ha obtenido casi nueve millones de votos, un millón más que el segundo, el derechista Atiku Abubakar. La ley electoral nigeriana establece que, si el candidato ganador no obtiene más del 25% de apoyo en al menos dos tercios de las provincias, se debe celebrar una segunda vuelta. Sin embargo, esto no será necesario, pues Tinubu ha conseguido buenos números en casi todo el mapa electoral. No obstante, varios grupos de la oposición han repudiado el resultado, alegando irregularidades en el proceso de votación. Tinubu, desoyendo a los críticos, ha asegurado la limpieza de los comicios y, “humildemente”, ha aceptado el mandato recibido. El tiempo dirá si soplan nuevos vientos en Nigeria.