De todas las respuestas que dio Morata ante la prensa sólo pudo ser sincero en una: quiere jugar más de lo que juega. Lo merece por rendimiento, por goles y por compromiso, pero sabe que en el Madrid lo tiene imposible. Tema aparcado hasta final de temporada, pero con una resolución clara: media Europa va a poner pasta encima de la mesa para hacerse con un delantero que la va a reventar donde vaya.

Álvaro se ha propuesto ayudar mucho y disfrutar de lo que queda de campaña para dejar el mejor de los recuerdos en el equipo de su vida. Su actitud y comportamiento están siendo de sombrerazo y, a estas alturas, es evidente que está para jugar mucho más de lo que juega. Si al final se confirma lo que parece evidente y el goleador se acaba marchando, nadie le podrá echar en cara nada porque si no ha hecho más es porque no le han dejado.